Yo soy el que siempre te espera.
Tu coche tiene un sonido especial que tengo impreso en mis sentidos, puedo reconocerlo entre mil.
Tus pasos tienen un timbre mágico.
Tu voz es música para mis oídos.
Si veo tu alegría, ¡me hace feliz!
Tu aroma es el mejor.
Tu presencia es la que mueve mis sentidos.
Tu despertar me despierta.
Te contemplo dormir y para mi eres mi Dios, soy feliz velando tu sueño.
Tu mirada es un rayo de luz.
Tus manos sobre mí, tienen la ligereza de la paz y la muestra sublime de un amor infinito.
Cuando sales, siento un enorme vacío en mi corazón.
Vuelvo a esperarte una y otra vez.
Yo soy el que te esperará toda la vida hoy, mañana y siempre:
¡¡¡Soy tu perro!!!