viernes, 6 de marzo de 2020

10 cosas importantes que tu cerebro está tratando de decirte.



Si alguna vez te has sentido espaciado, distraído o incapaz de concentrarte sin una razón clara, seguramente tenga que ver con una niebla mental. Aquí hay algunas causas comunes.


1. No ignores el pensamiento confuso

Si alguna vez te sentiste espaciado, distraído, cognitivamente "apagado" o incapaz de concentrarte durante un período prolongado de tiempo, probablemente hayas experimentado el tipo de fatiga mental conocida como niebla cerebral. Los profesionales médicos advierten que la niebla cerebral podría indicar un problema de salud subyacente más grave, por lo que, en lugar de simplemente tolerar tu pensamiento confuso, consulta a un médico para descartar o abordar estas causas comunes.


2. Podrías tener depresión

La depresión clínica es un desencadenante familiar de la disfunción cognitiva asociada con la niebla cerebral. La depresión puede comprometer tu claridad mental, tiempo de reacción y estado de ánimo. Según la Organización Mundial de la Salud, 300 millones de personas en todo el mundo viven con depresión clínica.

Si tienes el presentimiento de que podrías ser uno de ellos, haz una cita con tu médico general para hacerte la prueba. Tu médico de cabecera realizará análisis de sangre y otras pruebas de laboratorio y te derivará a un especialista, incluido un psiquiatra, si es necesario. 


3. Tu sueño podría estar sufriendo

Los adultos requieren entre siete y nueve horas de cerrar los ojos, por lo que si no estás recibiendo suficiente, o si tienes un trastorno del sueño disruptivo, como insomnio o apnea del sueño, entonces la privación del sueño podría ser el culpable de la confusión mental. 

Durante la noche, tu cerebro se restaura a sí mismo, y los científicos han descubierto que no dormir lo suficiente impide, literalmente, la capacidad de tu cerebro para activar las neuronas de la manera en que se supone que debe hacerlo. Puede dejarte disperso y malhumorado y limitar tu capacidad de atención. 


4. Tus niveles hormonales pueden estar cambiando

Un desencadenante común de la niebla cerebral en mujeres de todas las edades es el delicado y siempre cambiante equilibrio hormonal del cuerpo. La condición puede ser más pronunciada durante la menopausia y la perimenopausia, los años previos al cambio. El funcionamiento cognitivo adecuado es la norma, independientemente de la edad. 

La niebla cerebral durante este período podría indicar fluctuaciones en el estrógeno y otras hormonas, dejándolo con la cabeza turbia y problemas para concentrarse, pero el embarazo, el síndrome premenstrual y la menstruación, especialmente cuando se acompañan de calambres severos o endometriosis, también pueden contribuir a la confusión mental en las mujeres en edad reproductiva. Si todo esto te resulta dolorosamente familiar, es inteligente hacer una cita con un endocrinólogo, que puede realizar análisis de sangre para diagnosticar un desequilibrio y determinar un plan de tratamiento para restaurar tu salud hormonal.


5. Podrían ser malos hábitos alimenticios

Tu confusión, indecisión y ansiedad podrían estar enraizadas en un aspecto muy fundamental de tu salud general: tu dieta. Por ejemplo, consumir demasiada azúcar, cafeína y alcohol durante un período prolongado puede aumentar el riesgo de neblina cerebral. La cafeína puede provocar un aumento en el estado de alerta, pero cuando desaparece, la irritabilidad, la fatiga y la falta de concentración pueden aparecer, causando un choque al medio día, una señal de que estás bebiendo demasiada cafeína. 

Lo mismo ocurre con el exceso de azúcar. Los estudios indican que las personas que alguna vez fueron grandes bebedoras y que frenaron o detuvieron su consumo de alcohol a largo plazo sintieron que se despejaba su niebla cerebral. La sensibilidad al gluten y a los lácteos también puede nublar tu pensamiento.


6. ¿Estás haciendo suficiente ejercicio?

Si visitas a un médico que se queja de niebla cerebral, y no tienes afecciones médicas subyacentes, un médico probablemente evaluará tu estado físico, incluida tu fuerza, capacidad aeróbica, flexibilidad y función neuromotora. Si alguien es sedentario, entonces se debe iniciar una rutina de ejercicio integral en el nivel inicial adecuado y ajustarla con el tiempo a medida que el cuerpo se adapta y responde al entrenamiento. 


7. Considera realizarte una prueba para detectar una deficiencia de vitaminas

Una deficiencia o insuficiencia de vitamina B12 está relacionada con problemas de memoria y disfunción del sistema nervioso central, particularmente en personas mayores, pero esa no es la única deficiencia de vitaminas a tener en cuenta. Si tu cuerpo carece de ácido fólico, tiamina, niacina y vitamina B6, también podrías experimentar niebla cerebral. 

El cerebro también usa vitamina C para combatir la inflamación, un notorio culpable de niebla cognitiva. Los análisis de sangre pueden determinar si existe o no motivo de preocupación. Algunos médicos recomiendan tomar suplementos para satisfacer tus necesidades de ingesta de vitaminas, pero la mayoría está de acuerdo en que puede obtener todas las vitaminas y nutrientes que necesitas de la nutrición. 


8. La fibromialgia podría ser la culpable

La condición crónica llamada fibromialgia está marcada por dolor muscular crónico, articulaciones sensibles, fatiga y trastornos del sueño. La niebla cerebral es tan común en las personas que viven con el síndrome que a menudo se la denomina "niebla fibro". Los síntomas incluyen pérdida de memoria a corto plazo, pensamiento confuso, distracción y dificultad para mantener conversaciones, según la Arthritis Foundation. 

Un médico te preguntará sobre el historial médico de tu familia y te realizará pruebas de diagnóstico para determinar si tu niebla cerebral podría estar enraizada en la fibromialgia. No existe cura para la afección, pero los medicamentos combinados con cambios en el estilo de vida pueden hacerla más manejable.


9. Hazte la prueba de hipotiroidismo

La tiroides es una glándula en forma de mariposa ubicada en tu cuello y es responsable de casi todas las funciones de tu cuerpo, incluidas la producción y regulación de hormonas, la función del corazón y la digestión y el control muscular. También puede afectar tu estado de ánimo y contribuye al desarrollo del cerebro, según la Sociedad de Endocrinología de EE UU.

Si tu niebla cerebral está relacionada con la tiroides, podría convertirse en un diagnóstico de hipotiroidismo, lo que significa que la glándula no puede producir suficientes hormonas tiroideas. Un médico realizará análisis de sangre para determinar si padeces esta afección bastante común. Si es así, es posible que te receten medicamentos y te alienten a modificar tu dieta. 


10. Podría provenir de estrés crónico

Se sabe que aliviar el estrés en la vida alivia la niebla cerebral cuando se eliminan todos los demás factores. La falta de control del estrés puede afectar negativamente el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal, que desregula el cortisol y otras hormonas que también podrían aumentar la aparición de niebla cerebral. 

Por supuesto, reducir el estrés es más fácil decirlo que hacerlo, pero hay formas efectivas de controlar el estrés con el que lidias a diario. Hacer cambios en muchos de los factores ya discutidos, incluidos tus hábitos de ejercicio, alimentación y sueño, puede tener un impacto increíble. La medicina occidental también ha adoptado la meditación en los últimos años por su capacidad reportada para aliviar el estrés mental. Si el estrés se siente fuera de tu control, una visita a un profesional de la salud mental puede brindarte consejos efectivos para llevar una vida feliz, saludable y sin niebla.  

http://bit.ly/2TupYPl

jueves, 5 de marzo de 2020

4 consejos para cuidar a un enfermo de Alzheimer y no desesperar.



Ser cuidador de un familiar con Alzheimer es una tarea difícil que requiere mucho esfuerzo, paciencia y amor, y aún así  y con todas las buenas intenciones que se tengan, hay muchas ocasiones en las que resulta desesperante.

Un enfermo de Alzheimer necesita todas nuestras atenciones, cuidados y tiempo y eso, en la mayoría de los casos llega a ser agotador, por eso es importante que no queramos ”luchar todas las guerras” y que tratemos de llevarlo de la mejor manera, aunque a veces nos cueste.

Para cuidar a un enfermo de Alzheimer es importante que:

1- Tengamos en cuenta que han perdido la memoria, unos totalmente, otros la recuperan a ratos, hay quienes imaginan cosas que no son y quienes se trasladan a tiempos pasados. Independientemente del grado de la enfermedad, un buen cuidador no debe olvidarse de tratarles siempre con cariño, porque es la única manera en la que serán receptivos. Las personas podemos perder la memoria, pero no tenemos porque perder los sentimientos, por lo que una actitud cariñosa frente a un paciente con este tipo de demencia facilitará mucho las cosas.

2- Las discusiones con un enfermo de Alzheimer son una causa perdida desde el inicio. Hay que saber que la persona que tenemos en frente no está bien, por lo que cualquier discusión lo único que podría conseguir es alterarle más y disgustarnos a nosotros. No podemos pretender que hagan lo que nosotros queremos ni que sigan nuestras indicaciones puesto que no razonan como una persona en sus plenas facultades. A veces, es mejor no llevarles la contraria y darles la razón aunque finalmente hagamos lo que nosotros consideremos.

3- Dejar que el enfermo haga las tareas del día a día es algo bueno para él. Obviamente, esto podemos permitirlo siempre en la medida de lo posible. Hay pacientes que no recuerdan muchas cosas, pero que son capaces de vestirse, comer, coser, hacer alguna tarea de la casa. Esto les vendrá muy bien ya que les mantiene activos y les hace ejercitar poco a poco su cerebro.

4- No obligarles a nada. Hay que tener presente que son personas enfermas y que cualquier cosa hecha a la fuerza (obligarles a comer, a bañarles, a salir a la calle, etc.) puede causarles un trauma. Es mejor convencerles como lo haríamos con un niño. Esto no significa tratarles como niños sino utilizar cierta psicología con ellos.

La figura del cuidador es clave para la calidad de vida del enfermo. Dependiendo de su trato hacia él y de cómo maneje las diferentes situaciones con la que se va a encontrar, el enfermo se mostrará de una manera u otra.

El cuidador también debe seguir unas pautas para sí mismo, para no agotarse, desesperarse e incluso, enfermarse. 

Fuente:  mayormente.com

miércoles, 4 de marzo de 2020

Diferentes aspectos del cuidador principal de un paciente con la enfermedad de Alzheimer.


Hace referencias sobre cuatro puntos: valoración, perfiles, sobrecarga y ayudar al cuidador.

CUIDADOR PRINCIPAL.
El cuidador principal es aquella persona que desde el primer momento se va a ocupar de la atención del paciente en mayor cantidad e intensidad de tiempo. Para que la terapia sea útil debe existir una estrecha conexión entre el cuidador y el médico. Atender a un familiar con alzhéimer implica la reasignación de nuevas tareas, recursos económicos y de la vida cotidiana.

1.- VALORACIÓN
Afrontará cambios:
• Salud física
• Salud psíquica
• Conflictos familiares
• Decisiones de temas legales

2.- PERFILES
Cuidadores clásicos:
Normalmente el rol de cuidador principal era asumido por el cónyuge del paciente, de edad madura.
E-Cuidador: Perfil algo más joven, hijo/a, nuera, nieto/a

3.- SOBRECARGA
Estrés laboral: Ningún tiempo libre propio
Estrés afectivo: Carencia psicológica de afecto
Inadecuación personal: Atención desmedida y sin ayuda
Vacío personal: Carencia física cuando ha fallecido

4.- AYUDAR AL CUIDADOR
Intervenciones empíricas validadas: psicoeducativas, psicoterapéuticas, y multicomponente
Otras intervenciones: de respiro, basadas en las nuevas tecnologías; programas de autoayuda; grupos de ayuda mutua; ayuda económica; intervenciones en residencias; programas de formación; campañas divulgativas, etc.

10 Principales Síntomas De Una Enfermedad Renal.


La mayoría de las personas que sufren de una enfermedad renal, no sabe que tiene esta patología, ya que las primeras señales son muy sutiles. Generalmente, se necesitan muchos años para que una enfermedad renal crónica (ERC) se convierta en una insuficiencia renal, sin embargo, la falla de los riñones puede ser fatal. Conozca los 10 síntomas de una enfermedad renal y sepa diagnosticarlos correctamente para tener una vida más saludable.

1. Cambios En La Micción
Una de las señales más evidentes que una enfermedad renal provoca está relacionada con los cambios que surgen en la orina. De las más importantes, se destacan las siguientes:

Despertar durante la noche para orinar
Orinar con más frecuencia que lo habitual
Tener una orina más espumosa
Mictar con menos frecuencia o en cantidades menores cuando la orina presenta un color más oscuro
Sangre en la orina
Sentir una enorme presión durante el acto de orinar
Tener muchas dificultades en orinar

2. Hinchazón
Cuando los riñones presentan un mal funcionamiento, no pueden quitar el líquido extra que se produce. Como resultado, este líquido se acumula en varias partes del cuerpo, causando hinchazón de las piernas, tobillos, pies, cara y manos. A menudo, la sensación de hinchazón también se relaciona con la mala alimentación , especialmente en las personas mayores que no saben a lograr una dieta sana y equilibrada .

3. Fatiga
Cuando los riñones funcionan al 100%, producen una hormona llamada eritropoyetina, que es la principal responsable de la fabricación de las células rojas de sangre que se utilizan en el transporte del oxígeno. Sin embargo, con el funcionamiento incorrecto de los riñones, la eritropoyetina deja de producirse. Por lo tanto, con menos células rojas de sangre para transportar el oxígeno, los músculos y el cerebro se cansan más rápido. Esta condición también se conoce como anemia y afecta a miles de personas de todas las edades.

4. Sensación De Frío
La anemia puede hacer que una persona se siente fría en cualquier momento, incluso cuando se encuentra en una habitación con calefacción. Esto sucede debido a la disminución de la fluidez de la sangre por todo el cuerpo y es parte del proceso de envejecimiento cardiovascular.

5. Mareos Y Dificultades De Concentración
Cuando la anemia está relacionada con una enfermedad renal, es señal de que el cerebro no está recibiendo la cantidad de oxígeno necesaria para desempeñar sus funciones principales. Por lo tanto, puede haber pérdida de memoria , dificultad para concentrarse , mareos y muchos que conduce a la pérdida de equilibrio. Por lo que esta situación no ocurre tan rápido, que necesita para ejercer su cerebro y no ejercer un montón.

6. Falta De Aire
Cuando una enfermedad renal está presente, el líquido suplementario que se produce por los riñones puede acumularse en los pulmones, causando muchas dificultades para respirar correctamente. Además de los problemas que puedan causarse en los pulmones , la anemia puede dejar el cuerpo con deficiencia de oxígeno, lo que lleva a la falta de aire.

7. Dolor En La Pierna
Algunas personas que tienen problemas renales pueden tener dolores en la espalda o en el lado de la pierna donde se encuentra el riñón afectado. La enfermedad del riñón policístico es una de las más conocidas, pues presenta muchos quistes en los riñones y en el hígado y provoca mucho dolor y sufrimiento.

8. Aparición De Erupciones Cutáneas
Cuando los riñones comienzan a trabajar de forma defectuosa, la acumulación de residuos en la sangre (uremia) puede causar un prurito intenso y erupciones cutáneas. Estas pueden surgir en cualquier parte del cuerpo y a menudo se confunden con algún tipo de alergia.

9. Gusto Metálico En La Boca
La acumulación de desechos en la sangre puede transformar completamente el sabor de los alimentos y por lo general provoca mal aliento . Una persona con problemas renales no siente placer en la realización de sus comidas, pues los alimentos provocan un gusto metálico y sensato en la boca. Los ancianos son las personas más afectadas y suelen perder mucho peso. Para que esto no tiene éxito, es necesario alimentar adecuadamente para lograr una vida saludable y activa.

10. Náuseas Y Vómitos
La formación de residuos en la sangre puede causar náuseas y vómitos. Las personas que sufren de una enfermedad renal están constantemente mareadas y sin ganas de comer, lo que provoca una inercia y falta de energía para la realización de las tareas más básicas del día a día.

¿Qué Causa La Enfermedad Renal?
La enfermedad renal no presenta ningún tipo de signo o síntoma evidente en su etapa inicial y la única forma de saber si alguien sufre de esta patología, pasa por hacer un chequeo clínico. La mayor parte del tiempo, la presión arterial alta, enfermedades del corazón y la diabetes son las principales causas de enfermedad renal, pero eso no significa que sean los únicos.

Después de haber sido diagnosticada, la enfermedad renal no desaparece, antes al contrario, puede empeorar con el tiempo y llevar a la insuficiencia renal. Si los riñones dejan de funcionar correctamente, las únicas opciones de tratamiento son la diálisis y / o el trasplante renal. Cuanto antes la enfermedad renal se detecta, más hipótesis existen para que los riñones se mantengan sanos durante más tiempo.

Fuente: Cuidemos

Diferencias entre: Envejecimiento normal, Deterioro Cognitivo Leve y Demencia.


Dado el incremento de la población adulta mayor en los últimos años, ha habido un creciente interés en el estudio del Deterioro Cognitivo Leve (DCL) y su detección temprana.  Se considera actualmente que el DCL es un síndrome que se caracteriza por una alteración en una o más funciones cognitivas, sin interferir en las habilidades funcionales de la vida diaria y acompañado de una preocupación subjetiva por el cambio cognitivo producido.

En la actualidad la detección temprana del DCL suele ser mediante tests de rastreo cognitivo, pero la mayoría de ellos no parecen detectar correctamente el DCL, a diferencia de la demencia dónde aparece un deterioro a nivel funcional fácilmente detectable. (Mora – Simon, S., et al, 2012). Durante muchos años la pérdida de memoria ha sido reconocida como un acompañamiento de la vejez. Las dificultades cotidianas, tales como olvidar las llaves, no recordar el nombre de alguien que conocemos recientemente o lo que teníamos que comprar en el supermercado, resultan ser familiares para todas las personas, y esta situación parece ser más común a medida que envejecemos.



El envejecimiento NO es una fase de la vida caracterizada por un declive como se ha postulado desde las perspectivas más tradicionales de la investigación gerontológica.  Rowe y Kahn (Calero & Navarro, 2012) plantean tres diferentes trayectorias vitales: envejecimiento usual, patológico y óptimo para expresar la variabilidad y heterogeneidad, derivadas de las diferencias en cuanto a las condiciones socioeconómicas, históricas, culturales y personales del individuo. Es decir que a partir de las distintas situaciones vitales se observan diferencias inter-individuales, relacionadas con el nivel de funcionamiento físico, cognitivo y social.

Estas propuesta viene determinada al constatar que en la vejez no sólo se debe hablar de envejecimiento patológico frente a no patológico, sino que dentro del grupo “no patológico” debemos diferenciar a personas con un envejecimiento normal o usual (aquellas personas sin patologías aunque con riesgo de sufrirlas) y personas con envejecimiento óptimo (alto nivel de funcionamiento y bajo riesgo de patología).

La plasticidad cerebral, entendida como la capacidad del cerebro de cambiar su estructura y su función en respuesta a factores internos o externos (Kolb y Wishaw, 2006), actuaría como factor de protección frente al deterioro cognitivo en la vejez, entre otras variables como el buen estado de salud, actividades sociales, físicas, cognitivas, etc.

Se calcula que el deterioro intelectual y la demencia existirían en un 5 a 10% de las personas mayores de 65 años. (Peña y Lillo, 2012). Esta cifra sin duda es elevada y, para algunos, “aterradora”, pero indica, al mismo tiempo, que más del 90% de los hombres y mujeres de edad avanzada conservan su lucidez mental. No obstante, lo que sí es indiscutible es que con el transcurso de los años el organismo biológico experimenta una involución progresiva de su vitalidad, que también afecta al cerebro, con un mayor o menor grado de daño neuronal.

Clasificación del DCL y criterios de diagnóstico
Para determinar los criterios diagnósticos del DCL, algunos investigadores lo catalogaban como una fase de la Enfermedad de Alzheimer (EA), por lo tanto no era necesario diferenciar criterios diagnósticos específicos. Pero también es importante destacar que no todos los DCL pasan a demencia, por lo tanto si es importante realizar una distinción. (Petersen, 2014)

A partir de esta discusión, el grupo de Peterson de la Clínica de Mayo, realizó un estudio longitudinal durante más de 10 años sobre el envejecimiento y la demencia. Muestran que sólo entre el 5-15% de los pacientes con DCL evoluciona a demencia por año, mientras que en determinados casos, se mantiene como un estado estable. Esto lleva a plantear la importancia de estudiarlo como una entidad no necesariamente asociada a la demencia.

Cuando estos criterios fueron investigados, se hizo evidente que no todas las formas de DCL presentaban alteraciones en la memoria, sino que se incluyen dentro del concepto DCL otras áreas del funcionamiento cognitivo que se encuentren afectadas.

A partir de esto Petersen y su equipo propuso una nueva clasificación del DCL. Distingue cuatro tipos:

DCL amnésico, afectación exclusiva de la memoria;
DCL amnésico multidominio, alteración de otras funciones, además de la memoria, como, por ejemplo, lenguaje, funciones ejecutivas, praxias, gnosias, etc.);
DCL no amnésico, afectación exclusivamente de una función cognitiva que no sea memoria;
DCL no amnésico multidominio, alteración de más de una función cognitiva que no sea la memoria.
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¿Cómo se diferencian las dificultades de memoria en DCL de aquellas del envejecimiento normal?
Muchos estudios e investigaciones científicas han demostrados que el rendimiento cognitivo de pacientes con DCL, es menor en los test de evaluación cognitiva, como también se observan mínimas dificultades en otras áreas del pensamiento, tales como nombrar objetos o personas (acordarse el nombre de cosas), y pruebas de planeamiento complejo.

Por otra parte es muy importante realizar una entrevista clínica minuciosa e indagar sus actividades diarias junto con un informante, como por ejemplo cómo es el desempeño en sus hobbies actualmente y cómo era antes, estos datos son evidentes para realizar esta distinción.

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Relación entre DCL y Demencia
Varios estudios han demostrado que las quejas de memoria en los pacientes ancianos son asociadas con mayor riesgo de desarrollar demencia en el futuro. Más comúnmente, el tipo de demencia que puede desarrollar un paciente con DCL es la Enfermedad de Alzheimer, aunque otras demencias, tales como Demencia Vascular o Demencia Fronto-temporal pueden ocurrir también.

Algunas características están asociadas con una mayor probabilidad de progresión a demencia. Estas incluyen, confirmación de dificultades en la memoria por un informante confiable (tales como esposo/a, hijos o amigos cercanos), pobre desempeño en test de memoria objetivos, y algún cambio en la habilidad para llevar a cabo tareas diarias, tales como hobbies, manejo de las finanzas, manejo de situaciones de emergencia o fallas de higiene personal.

Un factor que fue tenido en cuenta en estos estudio fue la depresión, ya que muchos pacientes con depresión también se quejan de dificultades en la memoria. Varios estudios han sugerido que cierto grado de atrofia o disminución en el metabolismo detectado en imágenes del cerebro (PET o RMN) incrementan las posibilidades de desarrollar demencia en el futuro.



Aunque estos factores pueden describir ciertas posibilidades a desarrollar alguna demencia, no es posible actualmente predecir con certeza qué paciente con DCL desarrollará o no demencia. Pero si sin predictores los factores de riesgo asociados como por ej: Diabetes, HTA, retraimiento social, depresión, etc.

Marcadores Biológicos para la detección temprana
Desde hace tiempo, se están estudiando diferentes marcadores (neuropsicológicos, biológicos, etc.) que puedan utilizarse para el diagnóstico de aquellos pacientes que pueden desarrollar una EA a partir de un DCL, ya que en el momento actual no existen marcadores claros que permita el diagnóstico de la demencia en fase prodrómica y que determine el pronóstico, por lo que el diagnóstico precoz y etiológico en la práctica clínica sigue siendo la evaluación neuropsicológica.

Los marcadores biológicos utilizados para el diagnóstico de la EA incluyen los tests genéticos, los estudios de proteínas del plasma y, finalmente, la determinación de péptidos en el líquido cefalorraquídeo. Dentro de estos péptidos, se encuentran las proteínas Aβ-42, T-tau y P-tau, la alteración de los niveles de T-tau y P-tau son muy sensibles para diferenciar entre pacientes con DCL que van a desarrollar EA y aquellos otros que van a permanecer estables en el seguimiento. Los biomarcadores estándar del LCR para EA son Aβ42, tau total y p-tau. (Budson and Solomon, 2012).



Desde la perspectiva genética, la ausencia del alelo ApoE4 se vincula con un envejecimiento normal desde el punto de vista cognitivo. El alelo ε4/ε4 de la apolipoproteina E (ApoE), codificado en el cromosoma 19, es un factor de riesgo genético para el desarrollo de EA. Tiene una frecuencia del 20% en la población general y de un 40% en pacientes con EA. Se entiende que la presencia del alelo ApoE ε4/ε4 puede actuar como un factor de riesgo y pero No una causa para padecer la enfermedad.

Tratamiento
Existe evidencia sobre el efecto positivo de la estimulación cognitiva, la dieta saludable y la actividad física para reducir las probabilidades de que el deterioro cognitivo leve se convierta en demencia.

En el futuro, nuevos tratamientos que serán desarrollados para la Enfermedad de Alzheimer se probarán probablemente en pacientes con DCL también.

Conclusiones
El DCL no deja de ser un síndrome, con alteración del nivel cognitivo, que se sitúa entre un envejecimiento normal y la demencia, y cuyos límites, así como niveles de gravedad, siguen sin estar totalmente claros. (Mora – Simon, S., et al, 2012). La principal diferencia que refieren entre DCL y demencia se basa en que en la demencia existe una interferencia significativa de los déficits cognitivos sobre el funcionamiento en el trabajo o actividades diarias, que en DCL aún están preservadas.

http://bit.ly/32WdoLF

martes, 3 de marzo de 2020

Deseos de un cuidador


por Silvia Mac

Que los demás sepan que tengo miedo, me acojan y no me juzguen.
Que los demás noten cuando necesito silencio y no se vayan golpeando la puerta, sino que entiendan que a veces me necesito.
Que los demás acepten que el cuidar es un gran desafío y para desahogarme hablo mucho de ello y si lo hago en exceso, sepa decírmelo con delicadeza o buen humor.
Que los demás entiendan mi fragilidad y no se rían de mi, ni se aprovechen de ello.
Que si solo estoy cansada los demás no piensen pronto que estoy nerviosa, enferma o agresiva, ni que digan que reclamo demasiado.
Que si estoy en una fase mala los demás sean mis cómplices, pero sin hacer alarde diciendo:
- Mira que estoy teniendo mucha paciencia contigo! 
Que si pierdo la paciencia, pierdo mi gracia y pierdo la compostura, aun así los demás no me dejen solo 
Que por fin los demás entiendan que me esfuerzo, no soy, ni debería ser el "Cuidador Maravilla", sino sólo una persona: vulnerable, capaz, asustada y sobre todo humana.

#CuidarseParaCuidar 
#CuidandoAlCuidador 
#CuidarseParaCuidarMejor 

lunes, 2 de marzo de 2020

¿Por qué cuidar a los ancianos?.


Hay dos pasos fundamentales en la vida: el paso de la infancia a la edad adulta y el paso de la edad adulta a la vejez. 
La vejez es una realidad concreta, durable, vivida, que plantea problemas prácticos. Cuando hablamos de la vejez, rápidamente llega a nuestra mente la palabra muerte; aunque si bien es cierto, siempre ha existido la muerte, tanto para niños, jóvenes, adultos o ancianos, la muerte no es exclusiva del anciano.  

Pero, el punto que quiero no tocar, no es necesariamente la muerte, el punto que me atrae ahora, es el cuidado de nuestros ancianos, el cuidado de nuestros familiares en la etapa senil.
Decimos etapa Senil porque es la etapa en donde los ancianos ya no se pueden valer por sí mismos, caminan lentamente, se quedan dormidos en cualquier lugar, su estilo alimenticio cambia, se han quedado sin dentadura (en su mayoría), de repente ya no hablan con congruencia, recuerdan mucho su pasado, recuerdan sus logros, cuentan repetidamente sus memorias, hablan de sus padres, de sus hermanos (si los tuvieron), de sus trabajos. La vida es así, es un círculo… nuestros ancianos, en su momento fueron niños, y fueron cuidados por sus padres, luego crecieron y nos cuidaron a nosotros, ahora nos toca a nosotros cuidar de ellos.

Hay personas que tienen un concepto equivocado los ancianos NO son un estorbo, si los vemos desde el punto de vista de lo que fueron y han significado para cada uno, veremos a los fuertes, a los héroes, a los que nos cuidaban, que velaban por nosotros, a los que nos cargaban en sus brazos y nos consolaban en nuestras tristezas, miraremos al que trabajó para que tengamos nuestras cosas, miraremos al que se esforzó para cuidarnos a todos (padres o madres), miraremos al que nos defendía, pero que a la vez nos enseñaba o nos disciplinaba, al que o la que en su momento estuvo al lado nuestro de día y de noche, en las buenas y en las malas.  
AHORA  es el tiempo de ellos, para que nosotros los cuidemos…

SINO cuidamos de nuestros ancianos, entonces los estamos maltratando.  
El que sufran por negligencia es maltrato; el que sufran por desnutrición es maltrato; el limitar sus servicios, es maltrato; el gritarles, o tirarles las cosas, es maltrato; el no darles sus alimentos a tiempo y lo que necesita, es maltrato. Esa “infantilización” y sobreprotección pueden hacer que la persona mayor se sienta aislada, deprimida y desmoralizada y suele considerarse como una forma de maltrato. 

Dios no puede ser burlado: pues "todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”.  Cuando disponemos a través del amor, la gratitud, la admiración por nuestros padres, y ponemos el esfuerzo en cuidarlos, ayudarles, apoyarles, animarles, consolarlos y levantarles el ánimo cuando están tristes por sus recuerdos o las difíciles situaciones que viven en la actualidad, entonces recibiremos del Señor la recompensa. 

El anciano, en el área física se enferma más, tiene que tomar varias cantidades de medicinas, como para la presión, la circulación, el azúcar, la artritis, la digestión, para dormir, etc.   
El anciano en el área emocional, es más emotivo, llora más, se enoja más, rezonga más, pelea más, y se vuelve como un niño a quien es necesario mimar y contentar.   
En el área espiritual va a depender de su formación cristiana, en algunos casos tendrá más tiempo para orar, y hablar del Señor a las personas que lo visiten, en algunos otros casos, estará más rebelde a ir a la iglesia, o ver la necesidad de orar.
Un factor determinante para que el anciano esté tranquilo y contento es las decisiones sabias que tomen los hijos para el cuidado de ellos…

Medidas a tomar:

1.  Si tiene un padre o madre: amelo, considérelo, atiéndelo, respételo, preocúpese, háblale, abrácele, pase tiempo con él o ella; hágale saber y sentir que aún es útil, llévelo al médico, sáquelo a tomar un café, llévelo por los lugares donde él vivió, mire fotografías con ellos, pregúntele de su pasado, (aunque usted conozca la historia), invite a sus amigos de antaño (si aun viven) a tomar café en la casa juntos a que pasen una tarde platicando. HIJOS, aunque se esclavicen un poco, pasen más tiempo con ellos, sean prácticos para cuidarlos, PERO que esa práctica no implique aislarlos o separarlos si la pareja aun viven, porque estarían propensos a deprimirse o a enfermarse por la tristeza.

2.  TENGAN PACIENCIA con los ancianos, ellos pueden llegar a ser como niños, y nosotros los hijos somos los que debemos actuar como adultos; no esperamos que van a mejorar, o van a superar sus “niñerías”, al contrario, se van a acrecentar.  

3  SACRIFIQUECE, bien vale la pena el sacrificio que como hijos podemos hacer por el bienestar de nuestros padres; cuando ellos en su momento se sacrificaron por nosotros, y sacrificaron deseos, sueños, ilusiones por el bien nuestro.

4.  ENTONCES  usted será quien recibirá la recompensa del Señor.  Será usted él o la que viva satisfecho y bendecido por todo lo que hace por sus padres ancianos. Y será usted el que no tendrá por ningún motivo sentimientos de culpa de no haber hecho algo, cuando teniendo la opción y la oportunidad de hacer algo bueno por ellos, no lo hizo.

5.  y RECUERDE, siempre hay buenas opciones para cuidar mejor de nuestros ancianos.

domingo, 1 de marzo de 2020

Síndrome del cuidador, ¿cómo prevenirlo?.


Muchas personas que cuidan a una persona dependiente se sienten solas. En la mayoría de las ocasiones lo están; además esta percepción se acrecienta porque la persona cuidadora suele ir reduciendo poco a poco el contacto con su tejido social. Enfadarse y sentir ira no convierte al cuidador en un monstruo; es una consecuencia lógica del cansancio físico y psicológico que viene asociada a la labor de cuidar a una persona dependiente. Esto es lo que los profesionales de la salud denominan el síndrome del cuidador quemado o de sobrecarga del cuidador, que se caracteriza por el agotamiento extremo al que se ve sometida la persona cuidadora principal de un enfermo crónico.

Compartir la vida junto a un ser querido dependiente genera en la persona cuidadora un entramado emocional complejo. Desde el inicio y de forma casi mantenida, un conjunto de emociones y de sentimientos se instalan en lo más profundo. Y esto es algo normal, ya que adoptar el papel de madre o padre con tu propio padre o madre supone un peaje emocional muy importante. O tal vez con tu esposo o con la tía soltera. O cuando tu hijo o tu hija necesitan que sigas siendo su mamá aunque tus amigas pasean a sus nietos por el parque. La mayoría de las personas cuidadoras son mujeres.

Muchas personas que están cuidando a una persona dependiente se sienten solas porque les cuesta pedir ayuda a los que tienen más cerca, y los que tienen más cerca permanecen en actitud de espera a que su ayuda sea solicitada. Las personas mayores ya dependientes tienen muchos miedos, y tu presencia física les genera seguridad. Ya llegaremos para entenderlo. Pero los cuidadores también creamos dependencias e inseguridades innecesarias y llegan a la conclusión de que no les compensa dedicarse tiempo para su propio bienestar. El precio emocional a pagar es demasiado alto. Y cada vez son menos frecuentes las llegadas a casa con bolsas y aire fresco en los pulmones. Sin embargo, el autocuidado, los ratos de amigos, el callejeo, el ejercicio físico y las aficiones, tienen mucho que ver con la salud emocional del cuidador y con la calidad del cuidado.

sindrome del cuidadorDesde el punto de vista del equilibrio emocional, es muy sano que te permitas expresar todos estos sentimientos. De lo contrario, puede que se enquisten dentro de ti, y que se conviertan en una sutil carcoma que seguro afectará de alguna manera tanto a tu parte psíquica como a la física. En demasiadas ocasiones, la ansiedad se instala en la persona por no dar salida a este tipo de emociones. Y la ansiedad y la depresión suelen ser buenas amigas. Repito, enfadarte y sentir ira no te convierte en un monstruo, siempre que aprendas a canalizar la rabia de manera adecuada. Generalmente, con dejar fluir estos momentos es suficiente, hasta que el pico de tensión disminuya. Pero en otras ocasiones, el que te sientas escuchada por alguna persona de confianza tiene efectos terapéuticos muy interesantes para prevenir el síndrome del cuidador.

sindrome del cuidadorEs una realidad que todas las personas tenemos experiencia del miedo. De pequeños tiene que ver con ciertos pensamientos mágicos y con una imaginación desbordante. De adultos los miedos se relacionan con la percepción de no llegar, de fallar, de falta de control. De pensar que todo esto o aquello me supera y de que no tengo recursos personales para hacer frente a esta o a aquella situación. La persona cuidadora puede sentir miedo a no estar a la altura de las circunstancias, miedo a que la persona dependiente empeore, miedo a la muerte, miedo ante el cansancio propio, etc. Aparece aquí un abanico muy variado de pensamientos e ideas irracionales sobre capacidades y competencias. Este no es el tema que nos ocupa, pero así, y para que nos entendamos, un pensamiento es irracional cuando le otorgamos una probabilidad de ocurrencia mucho mayor que la que realmente tiene. El miedo se debilita al compartirlo.

Si quieres cuidar, cuídate primero. Todas estas emociones son parte de ti y son buenas. Quizás nos bombardean con mensajes de que tenemos que estar siempre contentos. El cuidado de una persona dependiente tiene una gran desgaste emocional. Aunque pueda sonar un poco rudo, la carga compartida es menos carga. Así evitaremos enfermar por el síndrome del cuidador. Así la soledad, la culpa, la rabia y el miedo no se convertirán en sombras permanentes de la persona cuidadora.

Fuente: cuidatusaludemocional.com