lunes, 2 de marzo de 2020

¿Por qué cuidar a los ancianos?.


Hay dos pasos fundamentales en la vida: el paso de la infancia a la edad adulta y el paso de la edad adulta a la vejez. 
La vejez es una realidad concreta, durable, vivida, que plantea problemas prácticos. Cuando hablamos de la vejez, rápidamente llega a nuestra mente la palabra muerte; aunque si bien es cierto, siempre ha existido la muerte, tanto para niños, jóvenes, adultos o ancianos, la muerte no es exclusiva del anciano.  

Pero, el punto que quiero no tocar, no es necesariamente la muerte, el punto que me atrae ahora, es el cuidado de nuestros ancianos, el cuidado de nuestros familiares en la etapa senil.
Decimos etapa Senil porque es la etapa en donde los ancianos ya no se pueden valer por sí mismos, caminan lentamente, se quedan dormidos en cualquier lugar, su estilo alimenticio cambia, se han quedado sin dentadura (en su mayoría), de repente ya no hablan con congruencia, recuerdan mucho su pasado, recuerdan sus logros, cuentan repetidamente sus memorias, hablan de sus padres, de sus hermanos (si los tuvieron), de sus trabajos. La vida es así, es un círculo… nuestros ancianos, en su momento fueron niños, y fueron cuidados por sus padres, luego crecieron y nos cuidaron a nosotros, ahora nos toca a nosotros cuidar de ellos.

Hay personas que tienen un concepto equivocado los ancianos NO son un estorbo, si los vemos desde el punto de vista de lo que fueron y han significado para cada uno, veremos a los fuertes, a los héroes, a los que nos cuidaban, que velaban por nosotros, a los que nos cargaban en sus brazos y nos consolaban en nuestras tristezas, miraremos al que trabajó para que tengamos nuestras cosas, miraremos al que se esforzó para cuidarnos a todos (padres o madres), miraremos al que nos defendía, pero que a la vez nos enseñaba o nos disciplinaba, al que o la que en su momento estuvo al lado nuestro de día y de noche, en las buenas y en las malas.  
AHORA  es el tiempo de ellos, para que nosotros los cuidemos…

SINO cuidamos de nuestros ancianos, entonces los estamos maltratando.  
El que sufran por negligencia es maltrato; el que sufran por desnutrición es maltrato; el limitar sus servicios, es maltrato; el gritarles, o tirarles las cosas, es maltrato; el no darles sus alimentos a tiempo y lo que necesita, es maltrato. Esa “infantilización” y sobreprotección pueden hacer que la persona mayor se sienta aislada, deprimida y desmoralizada y suele considerarse como una forma de maltrato. 

Dios no puede ser burlado: pues "todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”.  Cuando disponemos a través del amor, la gratitud, la admiración por nuestros padres, y ponemos el esfuerzo en cuidarlos, ayudarles, apoyarles, animarles, consolarlos y levantarles el ánimo cuando están tristes por sus recuerdos o las difíciles situaciones que viven en la actualidad, entonces recibiremos del Señor la recompensa. 

El anciano, en el área física se enferma más, tiene que tomar varias cantidades de medicinas, como para la presión, la circulación, el azúcar, la artritis, la digestión, para dormir, etc.   
El anciano en el área emocional, es más emotivo, llora más, se enoja más, rezonga más, pelea más, y se vuelve como un niño a quien es necesario mimar y contentar.   
En el área espiritual va a depender de su formación cristiana, en algunos casos tendrá más tiempo para orar, y hablar del Señor a las personas que lo visiten, en algunos otros casos, estará más rebelde a ir a la iglesia, o ver la necesidad de orar.
Un factor determinante para que el anciano esté tranquilo y contento es las decisiones sabias que tomen los hijos para el cuidado de ellos…

Medidas a tomar:

1.  Si tiene un padre o madre: amelo, considérelo, atiéndelo, respételo, preocúpese, háblale, abrácele, pase tiempo con él o ella; hágale saber y sentir que aún es útil, llévelo al médico, sáquelo a tomar un café, llévelo por los lugares donde él vivió, mire fotografías con ellos, pregúntele de su pasado, (aunque usted conozca la historia), invite a sus amigos de antaño (si aun viven) a tomar café en la casa juntos a que pasen una tarde platicando. HIJOS, aunque se esclavicen un poco, pasen más tiempo con ellos, sean prácticos para cuidarlos, PERO que esa práctica no implique aislarlos o separarlos si la pareja aun viven, porque estarían propensos a deprimirse o a enfermarse por la tristeza.

2.  TENGAN PACIENCIA con los ancianos, ellos pueden llegar a ser como niños, y nosotros los hijos somos los que debemos actuar como adultos; no esperamos que van a mejorar, o van a superar sus “niñerías”, al contrario, se van a acrecentar.  

3  SACRIFIQUECE, bien vale la pena el sacrificio que como hijos podemos hacer por el bienestar de nuestros padres; cuando ellos en su momento se sacrificaron por nosotros, y sacrificaron deseos, sueños, ilusiones por el bien nuestro.

4.  ENTONCES  usted será quien recibirá la recompensa del Señor.  Será usted él o la que viva satisfecho y bendecido por todo lo que hace por sus padres ancianos. Y será usted el que no tendrá por ningún motivo sentimientos de culpa de no haber hecho algo, cuando teniendo la opción y la oportunidad de hacer algo bueno por ellos, no lo hizo.

5.  y RECUERDE, siempre hay buenas opciones para cuidar mejor de nuestros ancianos.

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