domingo, 15 de julio de 2018

La botella

La botella

Un hombre estaba perdido en el desierto, destinado a morir de sed.

Por suerte, llegó a una cabaña vieja, desmoronada sin ventanas, sin techo.

El hombre anduvo por ahí y se encontró con una pequeña sombra donde acomodarse para protegerse del calor y el sol del desierto.

Mirando a su alrededor, vio una vieja bomba de agua, toda oxidada. Se arrastró hacia allí, tomó la manivela y comenzó a bombear, a bombear y a bombear sin parar, pero nada sucedía.

Desilusionado, cayó postrado hacia atrás, y entonces notó que a su lado había una botella vieja.

La miró, la limpió de todo el polvo que la cubría, y pudo leer que decía: "Usted necesita primero preparar la bomba con toda el agua que contiene esta botella mi amigo, después, por favor tenga la gentileza de llenarla nuevamente antes de marchar".

El hombre desenroscó la tapa de la botella, y vio que estaba llena de agua... ¡llena de agua!

De pronto, se vio en un dilema: si bebía aquella agua, él podría sobrevivir, pero si la vertía en esa bomba vieja y oxidada, tal vez obtendría agua fresca, bien fría, del fondo del pozo, y podría tomar toda el agua que quisiese, o tal vez no, tal vez, la bomba no funcionaría y el agua de la botella sería desperdiciada.

¿Qué debiera hacer? ¿Derramar el agua en la bomba y esperar a que saliese agua fresca... o beber el agua vieja de la botella e ignorar el mensaje? ¿Debía perder toda aquella agua en la esperanza de aquellas instrucciones poco confiables escritas no se cuánto tiempo atrás?

Al final, derramó toda el agua en la bomba, agarró la manivela y comenzó a bombear, y la bomba comenzó a rechinar, pero ¡nada pasaba!

La bomba continuaba con sus ruidos y entonces de pronto surgió un hilo de agua, después un pequeño flujo y finalmente, el agua corrió con abundancia... Agua fresca, cristalina.

Llenó la botella y bebió ansiosamente, la llenó otra vez y tomó aún más de su contenido refrescante.

Enseguida, la llenó de nuevo para el próximo viajante, la llenó hasta arriba, tomó la pequeña nota y añadió otra frase: "Créame que funciona, usted tiene que dar toda el agua, antes de obtenerla nuevamente".

“Necesitas vaciarte de ti mismo para poder recibir todas las maravillas que Dios tiene preparadas para ti”

miércoles, 4 de julio de 2018

5 Consejos para prevenir caídas en personas mayores

5 Consejos para prevenir caídas en personas mayores

1 de cada 3 personas mayores de 65 años cae cada año, arriba de 72 años cae cada dos años, arriba de 80 años cae cada año

1.Actívate.  El ejercicio físico es la medida más importante entre todas las que podemos adoptar para disminuir el riesgo de caer. Existen diferentes tipos de ejercicio físico, aeróbicos, de fortalecimien­to muscular, de equilibrio, de flexibilidad Para mantener una buena salud física es conveniente combinar los diferentes ejerci­cios durante la semana. Para que realmente funcione es importante que tengas una rutina establecida, no basta con salir a caminar y pasear al perro unos minutos. La idea es que tengas un programa integral, no se requiere que inviertas demasiado tiempo, quizá solo el 1% de tu tiempo. Centros especializados en ejercicios para personas mayores pueden ayudar.

2.Diseña un entorno anti caídas. Elimina escalones, prefiere las rampas, coloca agarraderas de apoyo en la regadera y en el WC. Ten la iluminación suficiente en lugares dónde requieras hacer tareas que puedan provocar que caigas (como en la cocina, baño, en la alacena). Busca que las cosas que utilices a diario estén a la mano. Evita el uso de alfombras y tapetes. Y si no las quieres quitar fíjalas al piso. Existen muchos otros cambios que puedes hacer en tu casa para evitar caídas.

3.Usa el calzado adecuado. Es recomendable usar zapatillas cerradas, que eviten que podamos tropezar y que no salgan fácilmente del todo, y con un poco de tacón Puedes leer más sobre este tema aquí.

4. Revisa tu estado de salud. La consulta al médico de atención primaria es necesaria cuando ya hemos tenido una caída o si tenemos sensación de inestabilidad o inseguridad al caminar El médico hará una serie de revisiones y exploraciones para poder recomendar las mejores actuaciones pre­ventivas.

5. Alimentate sanamente.  Una alimentación variada es una condición necesaria para un envejecimiento saludable Si nos fijamos en el problema de las caídas, la alimentación también es importante.  Una dieta variada y rica en proteínas, que obten­ dremos de la carne, el pescado, la clara de huevo, la leche o las legumbres, nos ayudará a mantener los músculos sanos y fuertes siempre que lo acompañemos de una buena actividad física

Fuente: Mayores de hoy

lunes, 2 de julio de 2018

5 consejos para prevenir la enfermedad de Alzheimer

5 consejos para prevenir la enfermedad de Alzheimer

Ejercitar la memoria y la capacidad intelectual acompañado de un cambio de hábitos y la adopción de otros más saludables puede retrasar la aparición de la enfermedad

El alzhéimer es una alteración neurodegenerativa primaria que suele presentarse con mayor frecuencia en personas mayores de 65 años, aunque también puede ocurrir en menor porcentaje en personas de una edad más joven. Cuando una persona sufre de alzhéimer empiezan a haber cambios microscópicos en el tejido de ciertas partes de su cerebro y pérdida constante de una sustancia química llamada acetilcolina, que es vital para el funcionamiento cerebral. Esta sustancia está relacionada con la comunicación de las células nerviosas y actividades mentales como el aprendizaje, la memoria y el pensamiento.

Las investigaciones llevadas a cabo hasta el momento no han encontrado una causa exacta del alzhéimer y es difícil determinar con exactitud qué persona está en completo riesgo de padecer esta enfermedad. Sin embargo, hay estudios que han relacionado diferentes factores con el mayor riesgo de sufrir este problema: edad (entre los 60 y 65 años), sexo (las mujeres lo padecen con más frecuencia), herencia familiar, factores genéticos y factores medioambientales (tabaquismo, dietas ricas en grasas, contaminación).

¿Cuáles son los síntomas neurológicos de una persona con alzhéimer?

En un principio surgen pequeñas e imperceptibles pérdidas de la memoria que pueden ignorarse fácilmente. Sin embargo, con el tiempo, esta pérdida de la memoria se hace más notoria a tal punto que la persona se vuelve incapaz de realizar actividades cotidianas y en casos más graves tiene problemas para actividades intelectuales como hablar, comprender, leer, o escribir.

Los síntomas de alzhéimer incluyen:

Pérdida de la memoria a corto plazo: Le es difícil retener nueva información.
Pérdida de la memoria a largo plazo: Le es difícil recordar información personal como las fechas importantes, la profesión e incluso el nombre.
Problemas de razonamiento.
Incomprensión de palabras comunes.
Incapacidad de atarse los zapatos o abotonarse la camisa.
Desorientación.
Cambiar en el carácter: irritabilidad, confusión, apatía, o decaimiento, entre otros.

¿Cómo se puede prevenir el alzhéimer?

El alzhéimer es una enfermedad que se puede prevenir o, por lo menos, prolongar unos años más el estado de bienestar cognitivo. Los expertos recomiendan aprender a detectar los primeros síntomas y ejercitar tanto la memoria como la función intelectual. Algunos de los consejos claves para prevenir o retrasar la aparición de alzhéimer son:

Controlar los factores de riesgo vascular
Mantener equilibrados los niveles de colesterol, azúcar e hipertensión arterial.

Modificar el estilo de vida

Alimentación: Es muy importante llevar una alimentación saludable, ya que se ha comprobado que algunos alimentos pueden influir sobre la posibilidad de desarrollar alzhéimer. Debes incrementar el consumo de alimentos monoinsaturados “buenos” como nueces, cacahuetes, almendras, pistachos, aguacates, canela, o aceitunas; Poliinsaturados como omega 3 y alimentos de hojas verdes; otros nutrientes como la vitamina E, presente en germen de trigo, cereales con cáscara, hojas verdes, nueces; vitamina B12 en productos animales; vitamina B9 (ácido fólico) en alimentos tales como judías, vegetales verdes, naranjas. Reduce el consumo de carnes rojas, alimentos refinados, mantequillas y grasas derivadas de lácteos.

Hacer más ejercicio: El ejercicio físico es muy bueno para la salud en general y también para prevenir el alzhéimer. Diversas investigaciones han encontrado que a partir de las 2 horas semanales de ejercicio se reduce el riesgo de desarrollar esta enfermedad.

No fumar: El tabaquismo es uno de los factores de riesgo del alzhéimer, pues se ha encontrado que las personas adictas al cigarrillo tienden más a sufrir esta enfermedad que aquellas que mantienen el tabaco alejado. Si aún no ha logrado acabar con este mal hábito, recomendamos buscar alternativas para dejar de fumar.

Incrementar la actividad cognitiva: Las actividades cognitivas pueden evitar y prolongar de algún modo la aparición de una enfermedad como el alzhéimer. Numerosos estudios determinan que estas actividades son un ejercicio para las funciones cerebrales y la memoria, por lo que podrían ser claves en la prevención del alzhéimer.
Entre las actividades recomendadas por los expertos encontramos:

Hablar varios idiomas.
Tocar instrumentos musicales.
Leer con frecuencia.
Estudiar una carrera.
Tener más actividad social.

Retarse con juegos intelectuales como ajedrez, crucigramas, rompecabezas, sudokus y todo tipo de juegos para pensar.

Para tener en cuenta…
Hasta ahora no hay una manera exacta de predecir si una persona va a desarrollar una enfermedad como el alzhéimer. Es muy importante tener en cuenta los factores de riesgo, ya que pueden ser claves en la detección temprana de esta enfermedad. Hasta el momento no se puede afirmar que se puede detener su evolución, pero detectarla a tiempo puede ayudar mucho a mejorar la calidad de vida del paciente

Fuente: Mejor con salud