Cómo hacer un cierre de año positivo ante las pérdidas
La vivencia personal de un fin de AÑO siempre dependerá de las creencias , de la tradición y el sentido que tenga la vida de cada uno.
Pero ¿Qué sucede cuándo un ser querido ha muerto y ya no está entre nosotros? Experimentamos inmenso dolor, rabia, evadimos el tema, postergamos decisiones.
Nos debatimos entre el compromiso por compartir en familia y participar de las festividades y la necesidad de aislarnos de todo.
Nos sumergirnos en un sueño inducido, algunos con somníferos, otros con alcohol, y huirle a la tristeza para evitar fechas que nos confrontan con la realidad, lo ausente, lo perdido, el vacío de quien ya no está con nosotros.
El duelo puede ser una experiencia que aísla mucho y nos hace sentir solos y abandonados, incluso si nos rodean amigos y familiares.
De igual manera, el camino del duelo nos invita a afrontar, a vivir cada fecha. Tal vez tu impulso inicial sea aislarte, negarte a cualquier actividad, no compartir la cena de fin año, buscar pastillas que te permitan dormir durante las festividades para luego despertar en enero.
Y eso, no le ha servido a nadie. No le sirve tampoco a quien murió. Y no se trata de vivir estas fechas como si no hubiera pasado nada. No se trata de ocultar el dolor y mostrar una falsa alegría. Se trata de retomar lo que nos queda, esos otros afectos.
Esforzarte por superar tu dolor solitario, levantar la mirada hacia los seres queridos que silenciosos están a tu lado. Ellos requieren de tu presencia para compartir contigo su nostalgia y su dolor; no quieren una fiesta, pero si quieren contar con tu presencia para afrontar juntos estas fechas.
Sin forzar los sentimientos, se puede compaginar y hacer de esta última noche del año un “encuentro especial”, donde haya cabida para los que comparten nuestra vida y para los que físicamente ya no están.
Evita postergar esta noche por primera vez; de alguna manera vendrán otras fechas significativas, en las que podrás recordar a tu ser querido y honrar su memoria con algunos rituales que darán un nuevo sentido a tu pérdida.
Cada año, cuando tal vez tú preparabas con alegría tus fiestas, otras personas afrontaban su primer fin de año sin uno de sus seres queridos; estaban en un túnel de tristeza similar al tuyo, y seguramente les hubiera gustado recibir una carta, o unas palabras de aliento y consuelo.
Por eso es que hoy te escribimos, y te invitamos a vivir estas fechas de una manera diferente, a darle sentido al vacío y ausencia de esa persona que ya no está contigo físicamente, y sin embargo sigue siendo parte de tu vida, ahora habita en tu corazón, en los recuerdos, en la historia compartida.
Porque la muerte puede llevarse la presencia física de alguien amado, pero esa misma muerte jamás podrá arrebatarnos lo vivido; como en un tapiz, se han entretejido historias y vivencias que permanecen por siempre cubiertas del amor que construimos.
Porque el amor no es algo que termina con la muerte. Y no se trata de compensar esos espacios vacíos, sino de crear nuevos espacios en el corazón y ensanchar el espíritu para re-inventar nuevas formas de relacionarnos con lo perdido.
Te invitamos a que abras tu corazón al amor de tus seres queridos que ahora están a tu lado. Apóyate de ellos para conectar con la vida del ausente no con su muerte.
Acoge la vida de tu ser querido que ya no está y agradece los aprendizajes que te dejó como tesoros invaluables , de allí vendrá tu fuerza y encontrarás la razón por la que es mejor quedarte unido en el amor y no en el dolor.
Tomado de: perdiunserquerido
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