Es un hecho que muchas personas que están
cuidando a una persona dependiente se sienten solas. Y es que en la mayoría de las ocasiones lo están.
Cuando se produce una situación familiar en la que una persona queda en situación de dependencia, parece como si determinadas
reglas no escritas fueran las que señalasen con el dedo a la persona que va a hacerse cargo del cuidado.
Unas veces será la hija que vive con ella.
Otras veces la que o el que no tiene “obligaciones familiares”. También existen otros consensos, como “tú que tienes la casa grande”.
El caso es que generalmente una persona es la que se encarga de esta tarea tan sumamente
importante, pero al mismo tiempo agotadora
física y mentalmente, mientras que los demás vienen de visita… cuando vienen.
Y la persona se siente sola. Porque además parece que todos los demás siguen con sus vidas, con sus trabajos, con sus amistades, con sus fines de semana y sus vacaciones.
#CuidandoAlCuidador
#PorEllosValeLaPenaLuchar
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