Como cada año, el día 1 de octubre celebramos el Día Internacional de las Personas De Edad designado como tal el 14 de Diciembre de 1990, por la Asamblea General de las Naciones Unidas, a través de la resolución 45/106. Posteriormente, en el año 2002, la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento adoptó el Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento para dar respuesta a las oportunidades y desafíos del envejecimiento de la población en el s.XXI y para promover el desarrollo de una sociedad para todas las edades.
Aunque la mayoría de las personas mayores son autónomas, existe un porcentaje importante de ellas que presenta distintos niveles de dependencia con necesidad de cuidados y atención especializada. La edad no les convierte en un grupo homogéneo, ya que este colectivo se caracteriza por la diversidad.
Las personas que lo integran presentan características y necesidades muy diferentes, pero conservan los mismos derechos como seres humanos.
Las personas mayores se han convertido en un grupo vulnerable, debido en gran parte, a las barreras con las que se encuentran en su vida cotidiana: sociales, culturales, económicas, administrativas, urbanísticas...etc que les impide ejercer sus derechos en igualdad de condiciones a otros grupos de edad.
La fragilidad del envejecimiento se ha puesto de manifiesto en los últimos meses por el COVID-19 que ha dejado entre las víctimas a gran parte de la población mayor. Se han vulnerado, sin justificación, derechos fundamentales que les asisten como personas, tales como el derecho a la vida, a la salud, a la autonomía personal, a la atención sanitaria en igualdad, a unos cuidados paliativos dignos, a sentirse seguros y a disfrutar de una vida libre de violencia, abusos y negligencias.
Para evitar que ésta situación pueda repetirse, habría que garantizar entre otros aspectos, el acceso a la información con el fin de poder protegerse, la participación en los procesos de toma de decisiones que les afectan, la adaptación del sistema de salud a las necesidades de las personas y que se garanticen los derechos de las personas mayores, en la legislación nacional e internacional.
La actualidad de las personas mayores en el s. XXI precisa de la puesta en valor de su papel en las distintas áreas de la sociedad. La respuesta que daremos hoy a las personas que cumplen años, más allá de lo que consideramos edad productiva, debe ser una respuesta adaptada a unos tiempos que necesitan la riqueza de las vivencias y experiencias que ellos y ellas aportan.
El Grupo de Envejecimiento del Consejo General de la Psicología de España, nos sumamos a la celebración del Día Internacional de las Personas de Edad:
* Invitando a la reflexión, a la ciudadanía, para asegurar el envejecimiento saludable, en el que queden satisfechas sus necesidades de aprendizaje, de crecimiento personal y toma de decisiones, sin restricciones de movilidad, estableciéndose entornos facilitadores para las relaciones sociales y familiares, actualmente y en el futuro.
*Apoyando la implantación de legislación específica desde una perspectiva integral, acompañada de políticas que la desarrollen, para proteger los derechos de las personas mayores, que evite cualquier tipo de discriminación por razones de edad y que garantice el buen trato de las mismas.
* Uniéndonos al plan de acción de la Década de Envejecimiento Saludable 2020-2030 de la OMS y a los principios que establece, con el fin de conseguir el bienestar de las personas que envejecen, desarrollando su potencial con dignidad y sin discriminación.
Como profesionales de la Psicología trabajamos en beneficio de las personas mayores para mantener la capacidad funcional que les permita realizar su proyecto vital en equilibrio con su entorno y continuar su desarrollo personal, preservando sus capacidades mentales y su estabilidad emocional, en la medida de lo posible, mientras dure la vida.
(Grupo de Envejecimiento del Consejo General de la Psicología)
(©️Gloria Martin Díez)
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