¿QUÉ ES EL DETERIORO COGNITIVO LEVE (DCL)?
El DCL está considerado como un punto a mitad de camino entre los cambios cognitivos propios del envejecimiento normal y los cambios más importantes causados por una demencia. Sin embargo, el ser diagnosticado de DCL no implica necesariamente que se esté desarrollando demencia, ya sea Alzheimer u otro tipo.
Es cierto que la demencia tipo Alzheimer, que es la más común, se va desarrollando durante años, antes de que se manifiesten los síntomas, que van apareciendo poco a poco, es decir pasan por una fase intermedia en la que todavía no se puede diagnosticar la enfermedad y sí se aprecia deterioro cognitivo; por lo que el diagnóstico de DCL podría ser el preámbulo de ésta u otra demencia, pero no siempre es así, hay casos en los que el DCL puede ser la manifestación de algún trastorno estable o reversible y por lo tanto no progrese a demencia.
¿QUÉ PASA CUANDO SE PADECE DCL?
Cuando se padece DCL se puede ver afectada tanto la memoria como la atención, el lenguaje, el razonamiento, la lectura, la escritura…etc.
En función de qué capacidad o capacidades estén alteradas, se han descrito distintos tipos de DCL. La forma más frecuente de DCL es la que causa problemas de memoria. Este tipo de DCL es el conocido como DCL amnésico y se caracteriza por un tipo de pérdidas de memoria típicas de las fases iniciales de la enfermedad de Alzheimer, pero no llegan a cumplirse todos los criterios diagnósticos requeridos para hablar de dicha enfermedad, como, por ejemplo, no se experimenta desorientación o confusión en las rutinas de la vida cotidiana. Es decir, la persona sigue siendo independiente para llevar a cabo su vida.
¿CUÁLES SERÍAN ALGUNOS DE LOS SIGNOS DE DCL?
• No recordar dónde ha dejado las cosas (antes no le sucedía, o ahora le sucede con mucha más frecuencia).
• Olvidar citas o acontecimientos importantes (una visita médica importante, el cumpleaños o la próxima boda de un ser querido, por ejemplo).
• Tener problemas para encontrar la palabra adecuada en las conversaciones de manera frecuente.
• Dificultad para seguir el hilo en las conversaciones.
Todo esto nos puede suceder de forma puntual a cualquiera y no ser significativo. Los olvidos o fallos de memoria del envejecimiento normal son leves e intrascendentes y no tienen por qué preocuparnos. La característica esencial que debería alertarnos es que suceda de forma muy frecuente, que se convierta en un patrón repetitivo, entonces sí podría ser un síntoma de DCL.
¿CUÁLES SON LOS CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE DCL?
• La persona se queja de que tiene problemas de memoria y esto puede ser corroborado por alguien cercano.
• Disminución del rendimiento en memoria constatado por pruebas cognitivas (test), en comparación con otras personas de edad y nivel educativo similares, para lo que es necesario realizar una evaluación neuropsicológica.
• Su capacidad de juicio, percepción y razonamiento permanecen normales.
• No tiene problemas para desarrollar sus actividades cotidianas.
ALGUNOS FACTORES DE RIESGO
Existen algunos factores de riesgo que pueden hacer que algunas personas sean más susceptibles al mismo:
• Factores genéticos
• Tensión arterial alta y/o diabetes;
• Mantenerse poco activo física, social y mentalmente
• Tener un bajo nivel educativo.
¿QUÉ HACER SI HAY SOSPECHAS?
Una vez detectado que la memoria empeora progresivamente, que se repiten el mismo tipo de olvidos con frecuencia o que se olvidan cosas importantes que antes nunca se hubieran olvidado, es importante acudir a un experto que realice una valoración. Inicialmente se recomienda acudir al médico, quien decidirá si es pertinente o no la consulta a un neurólogo. También a un psicólogo que le hará las pruebas adecuadas para averiguar si existe y en qué grado, deterioro cognitivo. Estos datos serán de utilidad al médico.
Aunque no existe ninguna prueba que pueda confirmar el diagnóstico de DCL, el médico tratará de descartar otros factores que pudieran estar causando sus síntomas. Por ello, puede ser que le realice o solicite la realización de distintas pruebas:
• Exploración neurológica
• Análisis de sangre
• Escáner o una Resonancia Magnética
La evaluación neuropsicológica, realizada por un neuropsicólogo, permite conocer en detalle sus capacidades cognitivas. Sus resultados se compararán con los de personas de edad y nivel educativo similares. Por un lado, este tipo de evaluación aporta información muy útil que ayuda a orientar el diagnóstico y, por otro, sirve de referente de base para poder realizar un seguimiento detallado de su evolución en el tiempo.
RESPECTO AL TRATAMIENTO
El DCL puede derivar de otras alteraciones cuyo tratamiento contribuirá claramente a la reducción de los problemas cognitivos. Por ejemplo, puede ser que una persona con DCL tenga una hipertensión no controlada. La tensión arterial alta puede producir alteraciones en los vasos sanguíneos y en la circulación cerebral, y, como consecuencia, pueden experimentarse problemas de memoria y otras dificultades cognitivas. Con un tratamiento adecuado y un buen control de la tensión arterial es posible minimizar esos síntomas o modificar su progresión.
Es frecuente que muchas personas con DCL padezcan un trastorno depresivo, y la depresión, en sí misma, puede causar problemas de memoria. Por lo tanto, tratar adecuadamente la depresión puede ayudar a mejorar la memoria, a la vez que hacer que resulte más fácil afrontar los cambios en la propia vida.
Si el DCL resulta ser secundario de algún problema médico, tratando dicho problema muchas veces la situación será reversible o mejorará claramente (excepto cuando la causa en cuestión haya provocado alguna lesión cerebral irreversible).
En la actualidad, las medicaciones indicadas en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer no están aprobadas para su prescripción en el DCL. Por otro lado, puede suceder que el médico tenga firmes sospechas de que el DCL es, en realidad, el inicio de la enfermedad de Alzheimer, en ese caso el diagnóstico no será DCL sino Enfermedad de Alzheimer y entonces prescribe el tratamiento apropiado. El tratamiento, en fases muy leves, contribuye a cierta ralentización del proceso. Por otro, hay que saber que existen varios ensayos clínicos en marcha que tratan de frenar el curso de la enfermedad de Alzheimer.
CONSEJOS SOBRE ESTILOS Y HÁBITOS SALUDABLES
El hecho de ser diagnosticado de DCL puede suscitar dos tipos de reacciones: recibirlo con optimismo o con pesimismo. El optimista pensará que aún existe la posibilidad de que su situación no vaya a peor, mientras que el pesimista pensará que, probablemente, está en el inicio de una enfermedad de Alzheimer u otra demencia. En cualquier caso, es necesario convencerse de que, en el momento actual, se es competente y hay que seguir adelante, disfrutar de la vida y tratar de no hacer de los problemas de memoria la preocupación central de su vida, ya que la ansiedad que consiguientemente se genera suele hacer que la memoria empeore. Eso sí, es importante mantener un estilo de vida activo y saludable y cumplir con el seguimiento clínico que el médico recomiende para valorar su progresión.
Todas las personas mayores, con o sin DCL, deberían incorporar en su rutina los siguientes hábitos saludables:
• Evitar el aislamiento. Las personas con una vida social limitada o que pasan mucho tiempo solas pueden tener mayor riesgo de desarrollar una demencia.
• Mantenerse socialmente activo: participar en programas de voluntariado, acudir a reuniones de amigos y/o familiares, salir a realizar la compra, ir al cine o al teatro, etc. Además de combatir la soledad, este tipo de actividades contribuyen a mantener la mente ágil.
• Hacer ejercicio físico puede contribuir a reducir el riesgo de desarrollar problemas de memoria.
• Alimentarse correctamente. La dieta mediterránea, rica en verduras, legumbres, frutas, cereales, pescado y aceite de oliva, y pobre en grasas saturadas ha sido asociada a un menor riesgo de padecer DCL y Alzheimer.
• Dormir bien. A menudo, los problemas de memoria están relacionados con alteraciones del sueño.
• Ejercitar el cerebro. Realizar actividades que impliquen desafíos intelectuales, es decir, ejercitar la mente, ha sido frecuentemente asociado a mejores rendimientos de memoria. En el caso del DCL, puesto que las capacidades cognitivas están relativamente conservadas, es un buen momento para aprender y utilizar estrategias que ayuden a compensar los problemas de memoria.