sábado, 15 de diciembre de 2018

Estar preparado para prevenir y actuar ante posibles accidentes en enfermos de Alzheimer

Los enfermos de Alzheimer no prevén los riesgos ni las consecuencias de sus actos y es muy posible que no sepan actuar de forma adecuada ante los mismos, por lo que es preciso protegerles. A continuación listamos una serie de consejos para prevenir, en la medida de lo posible, los accidentes domésticos de las personas con Alzheimer:
- Coloque protecciones en estufas, hornos y aparatos que puedan presentar peligro.
- Tenga bajo llave medicamentos, herramientas y productos tóxicos. Oculte las sustancias u objetos tóxicos o peligrosos (de limpieza, tocador, jardín, cuchillos, objetos cortantes y punzantes, que deben mantenerse fuera del alcance de los paciente, armas de fuego…)
- Coloque pulsadores de seguridad en la cocina y calefacción.
- No deje solo a un paciente de Alzheimer en un coche, cerca de una piscina o un lugar por donde se pueda precipitar.
- Si es posible, no utilice gas, siempre electricidad (cocina, agua caliente, calefacción…).
- Venda el coche. Evite que conduzca; si es necesario, coloque un dispositivo que no permita el arranque.
- Si el paciente fuma, vigílelo mientras lo haga para evitar el riesgo de incendios accidentales.
- Retire cierres interiores de puertas de entrada, de las habitaciones y baños.
- Fotocopie y guarde en un sitio seguro todos los papeles y documentación del enfermo de Alzheimer.
- Haga copias de las llaves en previsión de que las pierda o las guarde en lugares que no pueda recordar.
- Facilítele una placa de identificación que puede estar grabada en el reloj, una pulsera o joya de su gusto, a fin de que esté más dispuesto a llevarla.
- Tenga siempre a mano una fotografía reciente del enfermo, ya que ayudará en su búsqueda si se pierde.
- Conozca el manejo de los sistemas de cierre de puertas y de las llaves de agua y de gas.
- Tenga a mano el teléfono de urgencias sanitarias, policía, de algún familiar…
- Comente a los vecinos su situación familiar.
- Tenga siempre a mano un teléfono móvil para comunicarse de forma rápida.
Los enfermos de Alzheimer no prevén los riesgos ni las consecuencias de sus actos
Fuente: knowalzheimer.com

jueves, 29 de noviembre de 2018

12 consejos para cuidadores de personas con Alzheimer

Cuidar a una persona con Alzheimer es una tarea difícil, ya que requiere de mucha atención y dedicación. La persona cuidadora necesita el soporte de su familia y amigos para superar el día a día y el estado de ánimo cambiante del paciente. No obstante, si cuidas de una persona con Alzhéimer, te recomendamos que sigas ciertas rutinas para que la enfermedad no te supere y conozcas algunos consejos que te ayudarán a desempeñar tu tarea.

Te ofrecemos esta lista con 12 consejos básicos y muy prácticos, que esperamos te resulten útiles:

1. Pregunta al médico y a los expertos: cuando acudas a la consulta con el médico, haz todas las preguntas que tengas, especialmente sobre la progresión de la enfermedad y las opciones de tratamiento que mejor alivian los síntomas. Cuanta más información tengas, mejor podrás ayudar. Ponerse en contacto con asociaciones de pacientes , centros de día y grupos de apoyo es muy recomendable tanto para la persona afectada como para el cuidador y es una excelente forma de conocer en profundidad lo que está sucediendo.

2. Sé flexible y adapta la rutina: aprovecha los momentos del día en que la persona está menos confundida y con más disposición a cooperar para realizar las tareas más difíciles.

3. Comunicación: al hablar con la persona con Alzheimer, llámala por su nombre para asegurar que tienes su atención, háblale con un tono pausado y amable, dándole tiempo para encontrar las palabras correctas y expresarse.

4. Facilítale las tareas diarias: como el vestirse (preparando la ropa de antemano y teniendo el armario bien organizado) o el baño (dejándolo todo preparado), para evitar que el paciente tenga que sortear dificultades.

5. A la hora de comer: si es posible, mantén una rutina familiar, creando un ambiente tranquilo y sírvele platos variados y de su gusto. Escoge utensilios que promuevan su independencia, como los platos hondos o una pajita para beber. También es importante involucrar a la persona en la rutina de poner la mesa o fregar los platos, para que se sienta útil.

6. Actividades: qué hacer durante el día puede ser un verdadero reto. Planifica actividades simples y de su agrado, no le fuerces a hacer cosas que no le gusten y elogia los avances que haga en el transcurso de la actividad. Salir a pasear, hacer ejercicio, trabajar en el jardín o bailar pueden ser buenas opciones.

En un estado avanzado de la enfermedad, también debes tener en cuenta:

7. Incontinencia: se puede convertir en un problema cuando la persona ya no controla sus funciones excretoras. Llévala al baño cada 3 horas para reducir el problema y sé comprensivo cuando ocurran accidentes.

8. La hora de dormir: si la persona con Alzhéimer se siente desorientada, será difícil que concilie el sueño y se encontrará en un estado de agitación. Evita que duerma durante el día y procura mantener siempre la misma hora para ir a dormir. Crear un ambiente tranquilo antes de acostarse le relajará y le ayudará a conciliar el sueño.

9. Alucinaciones y delirios: habla de la situación con el médico para que te oriente sobre cómo actuar en cada caso concreto, pues en ocasiones puede ser un síntoma de una dolencia física. No obstante, es recomendable responder a los sentimientos de la persona y tranquilizarla si siente miedo o incluso distraerla, cambiar de cuarto o salir a dar un paseo para que se calme.

10. Evita que deambule: controla dónde se encuentra en todo momento, para evitar que se desoriente y salga de casa o se aleje del lugar en el que os encontráis. Cierra la puerta con llave y consulta con servicios sociales para solicitar un botón de tele asistencia, que incluye localizador en caso de que se pierda.

11. Evita los peligros: como medicamentos, productos de limpieza o cuchillos, poniéndolos fuera de su alcance a modo de prevención.

12. Evita las situaciones que no conoce: evita las multitudes, los cambios en la rutina y los lugares extraños que puedan causarle confusión o agitación.

Fuente: tucuentasmucho.com

jueves, 8 de noviembre de 2018

Los errores más frecuentes cometidos por cuidadores de enfermos de Alzheimer.

Como probablemente sepas ya, atender a una persona con Alzheimer es una tarea tan dura como compleja. Además de conocer al afectado o afectada y manejar información sobre el proceso que está atravesando, son imprescindibles grandes dosis de esfuerzo, paciencia, constancia, capacidad de comprensión…

En resumen: necesitaremos lo mejor de nosotros mismos en todos los sentidos. Pero incluso poniendo el máximo de nuestra parte, es casi inevitable cometer errores.

Entre los más comunes están los relacionados con la comunicación. Es obvio que, con frecuencia, resulta difícil tanto comprender lo que siente el enfermo como tener la certeza de que él nos ha entendido. Por eso en ocasiones, a menudo sin pretenderlo, intentamos demostrarles que tenemos razón y que ellos están equivocados a través de razonamientos lógicos, como si fuésemos a encender una luz en sus mentes que súbitamente les hiciese ser conscientes de la realidad que les rodea. Lo único que conseguiremos con esta clase de comportamiento es incrementar su estado de confusión y, lo que es peor, provocar que adopten una actitud defensiva.

Es importante aprender a no utilizar un lenguaje negativo: “no hagas eso”, “no digas eso”, “no tienes razón”, “no es cierto” y fórmulas similares son expresiones a evitar en la mayor parte de los casos. Tampoco debemos ‘forzar’ su memoria, por ejemplo con relatos sobre lo que ‘realmente sucedió’ cuando evoquen eventos pasados y percibamos distorsión en el relato.

Pero entonces… ¿qué hacemos? Una de las claves es aprender a comunicarnos más con emociones que con palabras, tanto a la hora de recibir como a la de emitir. Interpretemos el estado de ánimo de la persona que tenemos enfrente más allá de la literalidad de su discurso, busquemos maneras de hacerle sentir bien en lugar de preocuparnos por aclararle nuestra verdad o sus errores. Una forma de conseguir esto es llevar la conversación hacia temas positivos y agradables. También podemos darles muestras sencillas de cariño: en determinado momento, un abrazo o una caricia puede cambiar la irritación por bienestar.

El otro error más habitual es que el cuidador se olvide de sí mismo. Es fundamental mantener la motivación y la autoestima lo más altas posible, encontrar el tiempo y la forma de sentirnos bien a pesar de las dificultades. Recuerda siempre que si tú te dejas ir, habrá dos problemas donde antes había sólo uno. Estas son algunas claves que pueden resultarte de ayuda:

Ni dejar de informarnos, ni empacharnos de datos. Cuando el cuidador tiene vínculos emocionales con el enfermo, es normal que busque información sobre lo que le está pasando. Pero escuchar todo lo que nos dicen, leer todo lo que cae en nuestras manos, puede conducir a un estado de pánico poco justificado. Se trata de encontrar un equilibrio.
Confía en lo que haces. De lo contrario, tu esfuerzo perderá todo el sentido.

No te culpes. No pierdas de vista qué estás haciendo, por qué lo haces y, sobre todo, hasta dónde puedes llegar. No esperes de ti mismo milagros: sólo obtendrás frustraciones.
Aceptar no significa tirar la toalla. Debemos estar preparados para los momentos más duros de la enfermedad y asumir que hay cosas que no podemos revertir. Eso no significa rendirse, ni muchísimo menos.

Guarda tiempo de calidad para ti. Aunque sean diez minutos al día, necesitas reponer con regularidad tu depósito de ánimo. Por mucho que las cosas se tuerzan, no dejes nunca de hacerlo.

Fuente: fundacionmontemadrid.es

jueves, 11 de octubre de 2018

8 tips para prevenir lesiones en la piel del adulto mayor

La piel actúa como una barrera protectora, otorga impermeabilidad, resistencia, termorregulación y es mediadora de impulsos nerviosos, pero también es uno de los órganos más sensibles cuando se llega a la tercera edad, ya que está más propensa a sufrir daños por exposición, debido a la pérdida de grosor.

El adulto mayor tiene una piel más fina, transparente y seca, ya que sufre un adelgazamiento del 15% a partir de los 60 años.

“Debemos tomar en cuenta la importancia de prevenir lesiones en la piel del adulto mayor, ya que el umbral del dolor, aumenta. Existe una menor resistencia a traumas o golpes. La fragilidad de la piel se acentúa y la cicatrización es lenta”, sostiene Gloria Caycho, bbstetra especializada en geriatría y especialista de Tena, quien brinda los siguientes tips:

1. Usar productos de higiene personal que contengan extracto de avena, el cual ayuda a remover residuos e impurezas de la piel, facilitando su limpieza, dejándola suave y fresca. Asimismo, es recomendable que éstos contengan aroma, que proporciona una sensación de bienestar sobre el cuerpo.

2. Proteger la piel de la humedad aplicando cremas con zinc que construyan una barrera protectora y procurar aislar la piel de secreciones.

3. Usar toallas húmedas que contienen vitamina E y tienen la capacidad de humectar la piel y ayudar a reducir el daño producido por los rayos UV.

4. Hidratar la piel del adulto mayor evitando usar cremas oleosas y más bien usar productos que se absorban rápidamente.

5. La incontinencia urinaria es uno de los problemas más comunes en esta etapa, por ello, para prevenir lesiones en la piel, se recomienda el uso de productos que poseen elásticos curvos que se ajustan suavemente al cuerpo brindando mayor seguridad y comodidad sin irritar la piel.

6. En el caso de estos pacientes, es necesario el uso de sabanillas, que se adaptan a las necesidades del paciente y a las del cuidador. Éstas protegen las sábanas y el colchón, manteniéndolo limpio y seco, libre de posibles fluidos corporales. Otro beneficio es que absorben la humedad, evitando que la piel del adulto mayor se irrite.

7. Evitar la fricción o los masajes, por ello los familiares y cuidadores deben estar informados y capacitados en el cuidado físico y en la movilización del adulto mayor.

8. Realizar higiene diaria con agua tibia, utilizando jabones sin olor, de pH neutro, ya que quitan en menor proporción la grasa de la piel.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

¿Cómo se debe hablar con un paciente de Alzheimer?

¿Cómo se debe hablar con un paciente de Alzheimer?

En el Alzheimer, una de las facultades que se deteriora es el lenguaje, tanto la emisión como la comprensión, lo que inevitablemente dificulta la comunicación con el paciente. “Van perdiendo la iniciativa para el habla, su vocabulario se ve reducido, presentan escasa fluidez verbal, no encuentran las palabras, les cuesta comprender lo que se les dice, etc. Conociendo esta realidad hemos de adaptarnos a ella”, explica Laura Manteca, psicóloga de la Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias de Zamora (AFA)

Con esta realidad en mente, la experta da una serie de consejos a las familias y familiares para que hablen con el paciente de la mejor manera posible:

Cuidar el contexto de la comunicación (ausencia de ruidos, hablar solo una persona a la vez, captar su atención, etc.).

Iniciar nosotros las conversaciones.

Modular nuestro volumen, tono y ritmo a la hora de hablar, adaptándonos a sus necesidades.

Emplear frases cortas, sencillas y preferiblemente cerradas, facilitándoles la mayor información posible.

Potenciar nuestro lenguaje no verbal, siendo coherente con el verbal.

Dirigirnos a ellos siempre como a un adulto.

Ofrecerles el tiempo que necesitan para procesar la información.

No hablar de ellos delante de ellos.

Tener paciencia ante las continuas repeticiones.

Evitar discutir con la persona ante sus equivocaciones, dado que en ocasiones no son conscientes de ellas y no las van a aceptar como tal.

Cuidado con recordar algo demasiadas veces

Además de los problemas de comunicación, debido a sus déficits de memoria, las personas con Alzheimer tienden a repetir continuamente las mismas preguntas e interesarse por las mismas temáticas que les preocupan o llaman la atención.

“El contenido de esas preguntas es lo que nos va a indicar si debemos o no recordarle continuamente esa realidad. Si implica algo doloroso para la persona, no es necesario hacerle consciente continuamente de ello. En estos casos sería útil reconducirle hacia otro tema o distraerle con algo que le resulte atractivo. Si por el contrario no implica nada conflictivo ni doloroso, podemos recordarle y explicarle cómo es la realidad que él no recuerda, siendo conscientes en todo momento que retendrá esa información de forma momentánea y muy probablemente volverá a preguntarnos por ello, pudiendo en ese momento emplear la estrategia de la distracción o reorientación a otra temática de su interés”, indica Manteca.

Por su parte, Cheles Cantabrana, presidenta de la Confederacion Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias (Ceafa), señala que es importante mantener el máximo tiempo posible los recuerdos, pero no a costa de generarle ansiedad por no recordar el nombre de una persona, o la relación familiar que tiene con la misma. “Si la enfermedad está en una fase en la que los recuerdos son escasos, es mejor dejarlo estar y no presionar a la persona para que recuerde”.


Fuente: Cuidate plus 

domingo, 26 de agosto de 2018

Es la vejez, no el Alzheimer

El mal del Alzheimer es la forma más común de demencia; uno de sus principales factores de riesgo es la edad, pero este trastorno no es parte normal del envejecimiento.

La demencia se caracteriza por un deterioro que sufre la memoria. El intelecto, el comportamiento y la capacidad de realizar actividades de la vida diaria, es una de las principales causas de discapacidad y dependencia, entre los adultos mayores de todo el mundo.

Este tipo de demencia no solo impacta en la memoria, también tiene impacto físico,psicológico, social y económico, y esto no solo en las personas que padecen este deterioro mental, si no también en su familia y en las personas que se hacen cargo de ellos.

Cada año se registran 10 millones de casos nuevos de demencia, y el caso del Alzheimer acapara entre un 60% y 70% de los casos.

Hace tiempo se decía que había una epidemia de Alzheimer, en realidad lo que hay es un incremento de la población en etapa de vejez, que en sí es el primer factor de riesgo de esta enfermedad: el avance de la edad, pero esto no implica que haya mas enfermos de Alzheimer que antes, al contrario un estudio multinacional arrojó, que este padecimiento es menor que hace 20 años, gracias a que los factores de riesgo han sido modificados.

Al evaluar la anatomía patológica de esta enfermedad, se encontraron depósitos de una proteína llamada amoloide, la cual es un epifenómeno, pues ocurre en el transcurso de la patología, es por ello que las placas de amoloide aparecen en el cerebro, muchos años antes de que el deterioro cognitivo aparezca.

Aunque el principal factor de riesgo de la demencia es la edad, la enfermedad no es una consecuencia inevitable del envejecimiento; por otro lado, la demencia no solo afecta a adultos mayores, existen formas tempranas en las que sus síntomas se hacen presentes antes de los 65 años, esto representa un 9% de los casos.

Algunas investigaciones encontraron cierta relación entre la aparición del deterioro cognitivo y factores de riesgo, relacionados con el estilo de vida, la inactividad física, la obesidad, dietas malsanas, consumo de tabaco y alcohol, diabetes e hipertensión; otros riesgos potencialmente modificables son la depresión, el bajo nivel educativo, aislamiento social y la inactividad cognitiva.

La enfermedad de Alzheimer se presenta más en mujeres que en hombres; una mujer por lo general vive más que un hombre, tan cierto que, en la franja etaria entre los 80 y 90 años de edad, el cupo femenino es mayor, sin embargo, hay alteraciones que se ha comprobado son disparadas por la menopausia. Otros factores que influyen en el desarrollo de esta enfermedad, son los factores de riesgo cardiovasculares.

La demencia afecta a cada persona de diferente manera, esto dependiendo del impacto de la enfermedad y de la personalidad de la persona, antes de empezar a padecerla, los síntomas se reducen en tres tapas:

Etapa temprana:
Es común que pase desapercibida, pues su inicio se caracteriza por tener tendencia al olvido, pérdida de la noción del tiempo y desubicación espacial, aún estando en lugares familiares o conocidos.

Etapa intermedia:
Los síntomas son más evidentes, la persona se empieza a olvidar de acontecimientos recientes, nombres de personas, se desubican en su propia casa, presentan dificultades al comunicarse y sufren de cambios de comportamiento.

Última etapa:
Prevalece la dependencia e inactividad en su totalidad,las alteraciones de la memoria se convierten en graves y los síntomas se vuelven aún más evidentes; gran pérdida de la noción del tiempo y espacio, dificultad de reconocimiento de familiares y amigos, dificultades al caminar y alteraciones de comportamiento, que suelen terminar en comportamientos agresivos.

Aún no existe cura para el Alzheimer, pero sí hay medicación para combatir los síntomas

Alztivista

jueves, 16 de agosto de 2018

4 Ejercicios para no perder la claridad mental en la vejez.

4 Ejercicios para no perder la claridad mental en la vejez.

El ejercicio sistemático ayuda a estar en buena forma y retrasar los cambios provocados por la edad en todos los órganos, incluyendo el cerebro.

Estos 4 ejercicios sencillos te ayudarán a conservar la memoria y otras funciones cognitivas hasta la vejez.

1. Texto colorido.
Arriba hay una lista de palabras escritas de diferentes colores. Empieza a decir en voz alta el color en el cual está escrita cada palabra. Llega hasta el final y repite en el sentido contrario. Al principio te será difícil porque son hemisferios del cerebro distintos que responden por la percepción del texto y del color.

✔️Beneficio: Previene el Alzheimer, ayuda a establecer nuevas conexiones entre los hemisferios, entrena la concentración y el cambio de atención.

2. Tabla de Schulte.
Concéntrate en la cifra 19 en el centro de este cuadro. Tu objetivo es encontrar el 1 y luego todos los demás números en orden ascendente, fijando tu mirada en cada nueva cifra encontrada. Posteriormente, puedes dibujar una tabla nueva con el orden aleatoreo de las cifras.

✔️Beneficio: Aumenta la velocidad de procesamiento de la información, así como también desarrolla la visión periférica.

3. Señas con los dedos.
Forma con los dedos de tu mano derecha el símbolo de la paz y con los dedos de tu mano izquierda, la señal de “ok“. Luego cambia alternadamente la posición de los dedos para que la mano izquierda muestre ”paz“, y la derecha, “ok”. Repite varias veces. Ahora haz este ejercicio simultáneamente con ambas manos.

✔️Beneficio: Entrena la concentración de la atención y la habilidad de pasar rápidamente de una tarea a otra.

4. Escritura sincronizada.
Toma 2 hojas de papel y un bolígrafo en cada mano. Empieza a dibujar simultáneamente figuras geométricas con ambas manos a la vez. También puedes escribir letras o palabras con la misma cantidad de símbolos.

✔️Beneficio: La escritura sincronizada le enseña al cerebro a hacer varias tareas a la vez, activa ambos hemisferios.

Unos consejos más:

El neurobiólogo Lawrence C. Katz desarrolló un sistema de ejercicios para el cerebro para conservar sus funciones hasta la vejez.

Estos son algunos de los consejos de sus libros:

✔ Entrena tu mano no dominante, realizando con ella las tareas acostumbradas como el cepillado de dientes o del cabello.
✔ Dúchate y realiza otras acciones cotidianas con los ojos cerrados.
✔ Cambia la ruta cuando vas al trabajo, a la tienda u otros sitios recurridos.
✔ Mira videos sin sonido intentando entender a partir de los gestos y movimientos de qué se trata.

Fuente: Genial

domingo, 15 de julio de 2018

La botella

La botella

Un hombre estaba perdido en el desierto, destinado a morir de sed.

Por suerte, llegó a una cabaña vieja, desmoronada sin ventanas, sin techo.

El hombre anduvo por ahí y se encontró con una pequeña sombra donde acomodarse para protegerse del calor y el sol del desierto.

Mirando a su alrededor, vio una vieja bomba de agua, toda oxidada. Se arrastró hacia allí, tomó la manivela y comenzó a bombear, a bombear y a bombear sin parar, pero nada sucedía.

Desilusionado, cayó postrado hacia atrás, y entonces notó que a su lado había una botella vieja.

La miró, la limpió de todo el polvo que la cubría, y pudo leer que decía: "Usted necesita primero preparar la bomba con toda el agua que contiene esta botella mi amigo, después, por favor tenga la gentileza de llenarla nuevamente antes de marchar".

El hombre desenroscó la tapa de la botella, y vio que estaba llena de agua... ¡llena de agua!

De pronto, se vio en un dilema: si bebía aquella agua, él podría sobrevivir, pero si la vertía en esa bomba vieja y oxidada, tal vez obtendría agua fresca, bien fría, del fondo del pozo, y podría tomar toda el agua que quisiese, o tal vez no, tal vez, la bomba no funcionaría y el agua de la botella sería desperdiciada.

¿Qué debiera hacer? ¿Derramar el agua en la bomba y esperar a que saliese agua fresca... o beber el agua vieja de la botella e ignorar el mensaje? ¿Debía perder toda aquella agua en la esperanza de aquellas instrucciones poco confiables escritas no se cuánto tiempo atrás?

Al final, derramó toda el agua en la bomba, agarró la manivela y comenzó a bombear, y la bomba comenzó a rechinar, pero ¡nada pasaba!

La bomba continuaba con sus ruidos y entonces de pronto surgió un hilo de agua, después un pequeño flujo y finalmente, el agua corrió con abundancia... Agua fresca, cristalina.

Llenó la botella y bebió ansiosamente, la llenó otra vez y tomó aún más de su contenido refrescante.

Enseguida, la llenó de nuevo para el próximo viajante, la llenó hasta arriba, tomó la pequeña nota y añadió otra frase: "Créame que funciona, usted tiene que dar toda el agua, antes de obtenerla nuevamente".

“Necesitas vaciarte de ti mismo para poder recibir todas las maravillas que Dios tiene preparadas para ti”

miércoles, 4 de julio de 2018

5 Consejos para prevenir caídas en personas mayores

5 Consejos para prevenir caídas en personas mayores

1 de cada 3 personas mayores de 65 años cae cada año, arriba de 72 años cae cada dos años, arriba de 80 años cae cada año

1.Actívate.  El ejercicio físico es la medida más importante entre todas las que podemos adoptar para disminuir el riesgo de caer. Existen diferentes tipos de ejercicio físico, aeróbicos, de fortalecimien­to muscular, de equilibrio, de flexibilidad Para mantener una buena salud física es conveniente combinar los diferentes ejerci­cios durante la semana. Para que realmente funcione es importante que tengas una rutina establecida, no basta con salir a caminar y pasear al perro unos minutos. La idea es que tengas un programa integral, no se requiere que inviertas demasiado tiempo, quizá solo el 1% de tu tiempo. Centros especializados en ejercicios para personas mayores pueden ayudar.

2.Diseña un entorno anti caídas. Elimina escalones, prefiere las rampas, coloca agarraderas de apoyo en la regadera y en el WC. Ten la iluminación suficiente en lugares dónde requieras hacer tareas que puedan provocar que caigas (como en la cocina, baño, en la alacena). Busca que las cosas que utilices a diario estén a la mano. Evita el uso de alfombras y tapetes. Y si no las quieres quitar fíjalas al piso. Existen muchos otros cambios que puedes hacer en tu casa para evitar caídas.

3.Usa el calzado adecuado. Es recomendable usar zapatillas cerradas, que eviten que podamos tropezar y que no salgan fácilmente del todo, y con un poco de tacón Puedes leer más sobre este tema aquí.

4. Revisa tu estado de salud. La consulta al médico de atención primaria es necesaria cuando ya hemos tenido una caída o si tenemos sensación de inestabilidad o inseguridad al caminar El médico hará una serie de revisiones y exploraciones para poder recomendar las mejores actuaciones pre­ventivas.

5. Alimentate sanamente.  Una alimentación variada es una condición necesaria para un envejecimiento saludable Si nos fijamos en el problema de las caídas, la alimentación también es importante.  Una dieta variada y rica en proteínas, que obten­ dremos de la carne, el pescado, la clara de huevo, la leche o las legumbres, nos ayudará a mantener los músculos sanos y fuertes siempre que lo acompañemos de una buena actividad física

Fuente: Mayores de hoy

lunes, 2 de julio de 2018

5 consejos para prevenir la enfermedad de Alzheimer

5 consejos para prevenir la enfermedad de Alzheimer

Ejercitar la memoria y la capacidad intelectual acompañado de un cambio de hábitos y la adopción de otros más saludables puede retrasar la aparición de la enfermedad

El alzhéimer es una alteración neurodegenerativa primaria que suele presentarse con mayor frecuencia en personas mayores de 65 años, aunque también puede ocurrir en menor porcentaje en personas de una edad más joven. Cuando una persona sufre de alzhéimer empiezan a haber cambios microscópicos en el tejido de ciertas partes de su cerebro y pérdida constante de una sustancia química llamada acetilcolina, que es vital para el funcionamiento cerebral. Esta sustancia está relacionada con la comunicación de las células nerviosas y actividades mentales como el aprendizaje, la memoria y el pensamiento.

Las investigaciones llevadas a cabo hasta el momento no han encontrado una causa exacta del alzhéimer y es difícil determinar con exactitud qué persona está en completo riesgo de padecer esta enfermedad. Sin embargo, hay estudios que han relacionado diferentes factores con el mayor riesgo de sufrir este problema: edad (entre los 60 y 65 años), sexo (las mujeres lo padecen con más frecuencia), herencia familiar, factores genéticos y factores medioambientales (tabaquismo, dietas ricas en grasas, contaminación).

¿Cuáles son los síntomas neurológicos de una persona con alzhéimer?

En un principio surgen pequeñas e imperceptibles pérdidas de la memoria que pueden ignorarse fácilmente. Sin embargo, con el tiempo, esta pérdida de la memoria se hace más notoria a tal punto que la persona se vuelve incapaz de realizar actividades cotidianas y en casos más graves tiene problemas para actividades intelectuales como hablar, comprender, leer, o escribir.

Los síntomas de alzhéimer incluyen:

Pérdida de la memoria a corto plazo: Le es difícil retener nueva información.
Pérdida de la memoria a largo plazo: Le es difícil recordar información personal como las fechas importantes, la profesión e incluso el nombre.
Problemas de razonamiento.
Incomprensión de palabras comunes.
Incapacidad de atarse los zapatos o abotonarse la camisa.
Desorientación.
Cambiar en el carácter: irritabilidad, confusión, apatía, o decaimiento, entre otros.

¿Cómo se puede prevenir el alzhéimer?

El alzhéimer es una enfermedad que se puede prevenir o, por lo menos, prolongar unos años más el estado de bienestar cognitivo. Los expertos recomiendan aprender a detectar los primeros síntomas y ejercitar tanto la memoria como la función intelectual. Algunos de los consejos claves para prevenir o retrasar la aparición de alzhéimer son:

Controlar los factores de riesgo vascular
Mantener equilibrados los niveles de colesterol, azúcar e hipertensión arterial.

Modificar el estilo de vida

Alimentación: Es muy importante llevar una alimentación saludable, ya que se ha comprobado que algunos alimentos pueden influir sobre la posibilidad de desarrollar alzhéimer. Debes incrementar el consumo de alimentos monoinsaturados “buenos” como nueces, cacahuetes, almendras, pistachos, aguacates, canela, o aceitunas; Poliinsaturados como omega 3 y alimentos de hojas verdes; otros nutrientes como la vitamina E, presente en germen de trigo, cereales con cáscara, hojas verdes, nueces; vitamina B12 en productos animales; vitamina B9 (ácido fólico) en alimentos tales como judías, vegetales verdes, naranjas. Reduce el consumo de carnes rojas, alimentos refinados, mantequillas y grasas derivadas de lácteos.

Hacer más ejercicio: El ejercicio físico es muy bueno para la salud en general y también para prevenir el alzhéimer. Diversas investigaciones han encontrado que a partir de las 2 horas semanales de ejercicio se reduce el riesgo de desarrollar esta enfermedad.

No fumar: El tabaquismo es uno de los factores de riesgo del alzhéimer, pues se ha encontrado que las personas adictas al cigarrillo tienden más a sufrir esta enfermedad que aquellas que mantienen el tabaco alejado. Si aún no ha logrado acabar con este mal hábito, recomendamos buscar alternativas para dejar de fumar.

Incrementar la actividad cognitiva: Las actividades cognitivas pueden evitar y prolongar de algún modo la aparición de una enfermedad como el alzhéimer. Numerosos estudios determinan que estas actividades son un ejercicio para las funciones cerebrales y la memoria, por lo que podrían ser claves en la prevención del alzhéimer.
Entre las actividades recomendadas por los expertos encontramos:

Hablar varios idiomas.
Tocar instrumentos musicales.
Leer con frecuencia.
Estudiar una carrera.
Tener más actividad social.

Retarse con juegos intelectuales como ajedrez, crucigramas, rompecabezas, sudokus y todo tipo de juegos para pensar.

Para tener en cuenta…
Hasta ahora no hay una manera exacta de predecir si una persona va a desarrollar una enfermedad como el alzhéimer. Es muy importante tener en cuenta los factores de riesgo, ya que pueden ser claves en la detección temprana de esta enfermedad. Hasta el momento no se puede afirmar que se puede detener su evolución, pero detectarla a tiempo puede ayudar mucho a mejorar la calidad de vida del paciente

Fuente: Mejor con salud

viernes, 25 de mayo de 2018

Los héroes del Alzheimer

Los héroes del Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer tiene un comienzo, dura un tiempo indefinido, esto lo saben muy bien la familia de los enfermos, sus cuidadores, pero también tiene un final en el que aún hay mucho que hacer por el enfermo y por su familia. Esto también lo conocemos los profesionales que les atendemos.

Cuidar en el final de la vida de un enfermo de Alzheimer es una tarea difícil, diría que heroica, pero necesaria para el enfermo porque en esta fase final tiene también muchas necesidades que nosotros podemos aliviar. Es un momento muy importante para el familiar-cuidador que necesita demostrarse así mismo que ha hecho todo lo que ha podido hasta el final.

Cuando cuidamos a un enfermo de Alzheimer en su fase final y pasamos junto a él bastante tiempo nos damos cuenta del cariño, de la delicadeza con la que le cuida su familia, sus cuidadores y que además, de esta manera lo están haciendo desde hace años. Sin duda son ellos los verdaderos héroes de esta enfermedad. ¡Qué lección nos dan! a los que “desde fuera” observamos estos cuidados. Ya sabemos que sus familias no desean que la Sociedad les ponga medallas ni que hablemos de ellos todos los días ¡no!, lo que desean es que se les preste la ayuda socio-sanitaria que aún les falta.

De todas las familias que hemos conocido atendiendo a estos enfermos en su fase terminal admiramos su dedicación. Para esas familias su vida es su enfermo. Hemos comprendido que esas familias, aunque con su memoria íntegra y estando conscientes, con total independencia para valerse por sí mismos (todo lo que le falta al enfermo de Alzheimer), también “padecen” la enfermedad. Lo asumen hasta el final y aún después, cuando fallece su familiar,“les falta algo” a lo que ya se habían adaptado y se habían dedicado exclusivamente. Su muerte no supone para el familiar cuidador la liberación de una pesada carga, sino tener que enfrentarse a una nueva forma de vida que había olvidado y que, en muchos casos, ya no les llena.

Por todo ello creemos que son sus familias, sus cuidadores, los verdaderos héroes del Alzheimer. En esta enfermedad está quien la padece, está quien sufre por el enfermo, quien trabaja para mejorar su calidad de vida y quien investiga para encontrar una solución. La familia-cuidadora sufre y trabaja. La figura de estos cuidadores es trascendental para la calidad de vida del enfermo y para la información de su estado al profesional sanitario, ya que llegará el momento en que sea el único referente que el enfermo tenga con el mundo exterior. Todo este tiempo de dedicación a otra persona que sólo mira fijamente a un punto de la habitación, que de tarde en tarde le dedica una enigmática sonrisa, que el único sonido que emite se limita al de su pesada respiración, cuyas muestras de afecto o agradecimiento quedan en la incógnita de una presión de la mano cuando es tomada por su cuidador, hace que el familiar cuidador se convierta en un apéndice de ese cuerpo que yace en una cama o en una silla.

Debemos concienciarnos de la importancia de esta enfermedad y de que los médicos seguirán investigando para llegar a curarla si es posible algún día. Aún no se puede curar esta enfermedad, pero sí se puede conseguir que el enfermo esté bien cuidado y tenga la mejor calidad de vida posible. La ayuda que demos a sus cuidadores se la estaremos dando al propio enfermo. Si los cuidadores son los héroes de esta enfermedad, seamos también todos nosotros un poco héroes con nuestra solidaridad, cada uno con nuestras posibilidades, como individuos, como profesionales, como comunidad, como instituciones, como una sociedad que no debe abandonar a ninguno de sus miembros.

Fuente: Serdomas

jueves, 10 de mayo de 2018

Feliz día de la madre

El amor de una madre es infinito como el firmamento, cristalino como un manantial, puro y sincero como el amor de Dios.

A todas esas grandes mujeres, que nos ayudaron a dar nuestros primeros pasos, las que pasaron noches sin dormir por estar cuidándonos cuando estábamos enfermos, las que nos fortalecían el espíritu con sus palabras cuando los tiempos no eran buenos, las que nos han amado siempre incondicionalmente.

Hoy a muchos la vida nos da la oportunidad de devolverle un poquito de lo mucho que nos dieron… empezando por la vida misma. A todas esas hermosas reinas que tan solo pueden recordar con el corazón.

FELIZ DÍA DE LAS MADRES A TODAS AQUELLAS MUJERES QUE HAN SIDO Y SON EL VIVO REFLEJO DEL AMOR DE DIOS!. ANGELES AMADOS, LUZ DE NUESTROS DÍAS…

#PorEllosValeLaPenaLuchar #Alzheimer #NoMeOlvides #Recuérdame

martes, 24 de abril de 2018

Amistad

Amistad

Todo el mundo puede ser grande... porque cualquiera puede servir.
No tienes que tener un título universitario para servir.
No tienes que hacer que tu sujeto y verbo se pongan de acuerdo para servir.
Sólo necesitas un corazón lleno de gracia.
Un Corazón motivado por amor.

Martin Luther King, Hijo.

Un día Mark caminaba a casa desde la escuela, cuando notó que el muchacho que iba adelante tropezó y tiró todos los libros que cargaba, junto con dos sacos de lana, un bate de béisbol, un guante y una pequeña grabadora. Mark se arrodilló y ayudó al muchacho a recoger todos los artículo que estaban regados.Puesto que iba por el mismo camino, le ayudó a llevar parte de la carga. Mientras caminaban, Mark descubrió que el chico se llamaba Bill; que le encantaban los juegos de video, el béisbol y la historia; que tenía muchos problemas con las demás materias; y que hacía poco tiempo había terminado con su novia.

La casa a la que llegarón primero fue a la de Bill, y este invitó a Mark a tomar un refresco y a mirar un poco de televisión. La tarde transcurrió placenteramente, rieron y conversaron un poco, y después Mark se fue a casa. Continuaron viéndose en la escuela, y almorzaban juntos de vez en cuando. Luego terminaron el ciclo básico. Finalizaron en el mismo colegio de secundaria, en el que habían tenido breves contactos a través de los años. Entonces llegó el tan esperado último año, y tres semanas antes del grado, Bill pregunto a Mark si podían conversar.

Bill le recordó el día que que se habían conocido, hacía algunos años.

-¿No te has preguntado porqué yo llevaba tantas cosas a casa ese día? -preguntó Bill-. Como ves, limpié mi "locker" porque no quería dejar ese desorden a otro. Había escondido algunas pastillas de dormir de mi madre, e iba a casa a suicidarme. Pero después de pasar algún tiempo juntos hablando y riendo, me di cuenta de que si me hubiera suicidado hubiera perdido esos momentos, igual que muchos otros tendría en el futuro. Como ves Mark cuando recogiste mis libros ese día hiciste mucho más. Salvaste mi vida.

John W. Schlatter

En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia. Proverbios 17:17

Las personas que realmente valen la pena son aquellas que te demuestran su amistad en la adversidad...

viernes, 20 de abril de 2018

Alucinaciones y Alzheimer

Alucinaciones y Alzheimer

Cuando una persona con Alzheimer u otra demencia alucina , puede ver, oír, oler, saborear o sentir algo que no está allí. Algunas alucinaciones pueden ser aterradoras, mientras que otras pueden involucrar visiones ordinarias de personas, situaciones u objetos del pasado.

Entendiendo las alucinaciones

Las alucinaciones son falsas percepciones de objetos o eventos que involucran los sentidos. Estas falsas percepciones son causadas por cambios en el cerebro que resultan de la enfermedad de Alzheimer , generalmente en las etapas posteriores de la enfermedad. La persona puede ver la cara de un antiguo amigo en una cortina o puede ver insectos arrastrándose sobre su mano. En otros casos, una persona puede escuchar a alguien hablando e incluso puede entablar una conversación con la persona imaginada.

La enfermedad de Alzheimer y otras demencias no son la única causa de alucinaciones. Otras causas incluyen:

Las alucinaciones causadas por la demencia progresiva generalmente ocurren durante las últimas etapas de la enfermedad.

Esquizofrenia
Problemas físicos, como infecciones renales o de la vejiga, deshidratación, dolor intenso o abuso de alcohol o drogas
Problemas de vista o audición
Medicamentos

Ve al doctor
Si una persona con Alzheimer comienza a tener alucinaciones, es importante que se haga una evaluación médica para descartar otras causas posibles y para determinar si es necesario tomar algún medicamento. La primera línea de tratamiento para los síntomas conductuales de la enfermedad de Alzheimer es el enfoque no farmacológico , pero si estas estrategias fracasan y los síntomas son severos, los medicamentos pueden ser apropiados. Si bien los medicamentos antipsicóticos pueden ser efectivos en algunas situaciones, se asocian con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y muerte en adultos mayores con demencia y deben usarse con cuidado. Trabaje con el médico para conocer los riesgos y beneficios de la medicación antes de tomar una decisión.

Estrategias de afrontamiento

Al responder a las alucinaciones, tenga cuidado. Primero, evalúe la situación y determine si la alucinación es un problema para la persona o para usted. ¿Es la alucinación molesta? ¿Está llevando a la persona a hacer algo peligroso? ¿La vista de una cara desconocida hace que la persona se asuste? Si es así, reaccione con calma y rapidez con palabras tranquilizadoras y un toque reconfortante. No discutas con la persona sobre lo que él o ella ve u oye. Si el comportamiento no es peligroso, es posible que no haya necesidad de intervenir.

Ofrezca tranquilidad
- Responda de una manera calmada y de apoyo. Es posible que desee responder con "No se preocupe, estoy aquí. Te protegeré. Me ocuparé de ti".
- Una palmadita suave puede dirigir la atención de la persona hacia usted y reducir la alucinación.
- Reconozca los sentimientos detrás de la alucinación y trate de descubrir qué significa la alucinación para el individuo. Es posible que desee decir: "Parece como si estuviera preocupado" o "Sé que esto es aterrador para usted".
- Busque información y consejos sobre cómo afrontar los comportamientos asociados con el Alzheimer. Además, obtenga actualizaciones sobre los avances en los tratamientos, la atención y la investigación del Alzheimer.

Usa distracciones
- Sugiera una caminata o muévase a otra habitación. Las alucinaciones aterradoras a menudo desaparecen en áreas bien iluminadas donde otras personas están presentes.
- Trata de dirigir la atención de la persona hacia la música, la conversación o las actividades que disfrutas juntos.

Modificar el ambiente
- Compruebe si hay sonidos que puedan malinterpretarse, como el ruido de un televisor o un aire acondicionado.
- Busque luces que arrojen sombras, reflejos o distorsiones en las superficies de pisos, paredes y muebles. Enciende las luces para reducir las sombras.
- Cubra los espejos con un paño o retírelos si la persona cree que está mirando a un extraño.

martes, 17 de abril de 2018

Tener fé

Tener fé

Tener fé es “ACEPTAR” lo que Dios permite en nuestra vida aunque no lo entendamos, aunque no nos guste.

Si tuviéramos la capacidad de ver el fin desde el principio tal como Él lo ve, entonces podríamos saber por qué a veces conduce nuestra vida por sendas extrañas y contrarias a nuestra razón y a nuestros deseos.

Tener fé es “DAR” cuando no tenemos, cuando nosotros mismos necesitamos.

La fe siempre saca algo valioso de lo aparentemente inexistente; puede hacer que brille el tesoro de la generosidad en medio de la pobreza y el desamparo, llenando de gratitud tanto al que recibe, como al que da.

Tener fé es “CREER” en lugar de recurrir a la duda, que es lo más fácil.

Si la llama de la confianza se extingue, entonces ya no queda más remedio que entregarse al desánimo.

Para muchos creer en nuestras bondades, posibilidades y talentos, tanto como en los de nuestros semejantes, es la energía que mueve la vida hacia grandes derroteros.

Pero todavía hay una forma mas elevada de creer. Saber que nuestra vida está en las manos de Dios y que Él es quien cuida de nosotros.

Tener fé es “GUIAR, DIRIGIR” nuestra vida, pero no con la vista, sino con el corazón.

La razón necesita muchas evidencias para arriesgarse, el corazón necesita sólo un rayo de esperanza.

Las cosas más bellas y grandes que la vida nos regala no se pueden ver, ni siquiera palpar, sólo se pueden acariciar con el espíritu.

Tener fé es “LEVANTARSE” cuando se ha caído.

Los reveses y fracasos en cualquier área de la vida nos entristecen, pero es más triste quedarse lamentándose en el frío suelo de la autocompasión, atrapado por la frustración y la amargura.

Tener fé es “ARRIESGAR” todo a cambio de un sueño, de un amor, de un ideal.

Nada de lo que merece la pena en esta vida puede lograrse sin esa dosis de sacrificio que implica desprenderse de algo o de alguien, a fin de adquirir eso que mejore nuestro propio mundo y el de los demás.

Tener fé es “VER” positivamente hacia adelante, no importa cuán incierto parezca el futuro o cuán doloroso el pasado.

Quien tiene fé hace del hoy un fundamento del mañana y trata de vivirlo de tal manera que cuando sea parte de su pasado, pueda verlo como un grato recuerdo.

Tener fé es “CONFIAR” pero confiar no sólo en las cosas y en las personas, sino en el Dios que obra, actúa y habla a través de las personas.

Muchos confían en lo material, pero viven relaciones huecas con sus semejantes.

Cierto que siempre habrá gente que lastime y traicione tu confianza, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando y sólo ser más cuidadoso con aquel en quien confías dos veces.

Tener fé es “BUSCAR” lo imposible: sonreír cuando tus días se encuentran nublados y tus ojos se han secado de tanto llorar.

Tener fé es no dejar nunca de desnudar tus labios con una sonrisa, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes cuándo tu sonrisa puede dar luz y esperanza a la vida de alguien que se encuentre en peor situación que la tuya.

Tener fé es “ANDAR” por los caminos de la vida de la misma forma en que lo hace un niño.

Tomados de la mano de nuestro padre.

Tener fé es dejar nuestros problemas en manos de DIOS y arrojarnos a sus brazos antes que al abismo de la desesperación.

Fé es descansar en Él para que nos cargue, en vez de cargar nosotros nuestra propia colección de problemas.

“Que en tu vida haya suficiente fé para afrontar y esperar que las situaciones difíciles cambien, y la necesaria humildad para aceptar que muchas veces el que tiene que cambiar, eres tú”

lunes, 16 de abril de 2018

Las siete diferencias entre el Alzheimer y la demencia

Las siete diferencias entre el Alzheimer y la Demencia

Tanto la demencia como el Alzheimer se encuentran dentro de las denominadas dolencias neurológicas, siendo ambas irreversibles y degenerativas, lo que implica que las funciones orgánicas dañadas o perdidas del paciente no puedan regenerarse. Pero no son lo mismo, entre sus diferencias destaca que, en el caso del Alzheimer, degenera hasta provocar la muerte de la persona en la mayoría de los casos, mientras que la demencia no es causa directa de fallecimiento. Pero no es la única distinción, existen más. En concreto, destacamos siete.

El Alzheimer es una de las enfermedades que más preocupan a la sociedad y los científicos. Tanto es así, que en lo últimos años se investigan nuevas técnicas para predecir el Alzheimer, una enfermedad que padecen unas 700.000 personas en España y la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que en 2050 se tripliquen los casos, por lo que el objetivo prioritario es encontrar una cura.

En cuanto a la demencia, es un síndrome que implica el deterioro de la memoria, el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria. Aunque afecta principalmente a las personas mayores, la demencia no es consecuencia del envejecimiento. En el mundo hay unos 47 millones de personas que padecen demencia, y cada año se registran 9,9 millones de nuevos casos.

La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en el mundo entero. Tiene un impacto físico, psicológico, social y económico en los cuidadores, las familias y la sociedad.

Aunque sean dolencias diferentes, ambas están relacionadas: el Alzheimer es la causa de demencia más común, acapara entre un 60% y un 70% de los casos.

El último Informe Mundial sobre el Alzheimer destaca que en el mundo hay unos 900 millones de personas con 60 años o más y prevé que entre 2015 y 20150 esta cifra aumente a un ritmo considerable.

ALZHEIMER

- Enfermedad neurodegenerativa.
- Es la causa más frecuente de demencia, según un estudio, el Alzheimer representa aproximadamente el 75% de las demencias.
- Puede ser la causa directa de muerte de una persona. Los pacientes suelen vivir 10 años más.
- En cuanto a los síntomas, el Alzheimer hace que se pierda la capacidad para resolver problemas o tomar decisiones. También provoca agresividad, paranoias o alucinaciones, además de una pérdida en la salud física y en las habilidades motoras.
- La edad, ser mujer y la cuestión hereditaria son los principales factores de riesgo.
- Puede aparecer en edades tempranas.
- No tiene cura.

DEMENCIA

- No es una enfermedad, es un síndrome por un deterioro de las capacidades mentales de la persona.
- Puede ser la consecuencia de otras enfermedades.
- No es causa directa de fallecimiento, por lo que el paciente puede vivir muchos años.
- En los síntomas, la demencia hace que se pierda la memoria a corto plazo y la capacidad de sociabilizar o mantener una conversación, pero la capacidad física se mantiene.
- La edad es uno de los principales factores de padecer este síndrome.
- Aparece en pacientes ancianos que pierden sus facultades mentales progresivamente.
- Podría tratarse al paciente.

Fuente: compromiso.atresmedia

martes, 10 de abril de 2018

¡Saca provecho de tus cualidades!

¡Saca provecho de tus cualidades!

Todos los fines de semana el leñador exploraba la montaña, caminaba entre los senderos angostos hasta llegar a una pequeña cascada donde se bañaba y meditaba tratando de poner su espíritu en armonía con la naturaleza.

Una tarde, de regreso a su casa, se topó con un nido de águila caído, conmovido se acercó y lo levantó dándose cuenta que había un huevo aún intacto. Entonces decidió tomarlo con cuidado y llevarlo a su gallinero. No estaba muy seguro de lo que hacía, pero intentar hacer algo le producía tranquilidad.

Una gallina se encargó de empollar el huevo y al cabo de un tiempo el polluelo de águila nació junto a toda una generación de vivaces pollitos. Con quienes se compenetró y aprendió todos los hábitos normales de los pollos.

Paseando por el gallinero en busca de alguna lombriz, la joven águila se sorprendió al ver por primera vez el intrépido vuelo de un águila que exploraba la zona. Su impresión fue tan grande que de inmediato preguntó a las gallinas qué era ese animal que había pasado, "eso es un águila", le dijeron, "cuidate de ellas porque a veces atacan a los pollos".
Nunca olvidó esta advertencia, fue precavido de las águilas hasta cuando murió pensando que era un pollo.

De la manera como tú te veas, de la manera como tú quieras asumir tu naturaleza, de la manera como tú quieras relacionarte con los demás depende tu felicidad.

Puedes sentirte un pollo toda la vida, o puedes reconocer el águila que eres gracias a las muchas cualidades que tienes.

Enfocarte en los errores es un error aún más grande. Enfocarte en los aciertos te impulsará a seguir avanzando. Si quieres ser un ganador, piensa como un ganador, potencia tus cualidades y conviértete en un ganador.

Sácale provecho a tus cualidades. Si lo quieres, puedes alcanzar tu felicidad.

Guía de comunicación para enfermos de Alzheimer u otras demencias

Guía de comunicación para enfermos de Alzheimer u otras demencias

La alteración de la comunicación es una de las manifestaciones más tempranas de la enfermedad de Alzheimer, después de los problemas relacionados con la memoria.

Se estima que alrededor del 40% de los pacientes en fase leve o moderada de la enfermedad presentan estas alteraciones, mientras que la prevalencia en las fases severas es del 100%

Pautas para facilitar la comunicación con enfermos de Alzheimer y otras demencias:
- Buscar temas de actualidad para mantener el contacto con la realidad.
- Buscar temas de interés que lo motiven.
- Dar tiempo a que intervengan y para que transmita lo que intenta decir.
- Pedir su opinión sobre las actividades a realizar (ayuda a mantener el sentido de autonomía, independencia y control de la situación).
- Ofrecer dos alternativas de respuesta (incluso sólo una)
- Preguntar, incluso si sólo puede responder si/no (¿te gusta la camisa? ¿tienes hambre?)
- Utilizar todos los sentidos para ayudar a recordar e iniciar una conversación
- Mostrar fotos antiguas para recordar memorias remotas y situaciones placenteras.
- Utilizar la música como medio de expresión de sentimientos y para evocar palabras
- Potenciar lenguaje automático (poesías, canciones…)
- Utilizar el juego para comunicarse e interaccionar con los demás
- Intentar enseñarle visualmente lo que se le quiere decir.
- Decir las cosas de manera sencilla

Poniendo el foco en la comunicación verbal:
- Hablar en forma suave y pausada transmite seguridad.
- Se debe adecuar el lenguaje a las nuevas y constantes limitaciones que impone la enfermedad.
- Los comentarios hechos con sentido del humor suelen ser más eficaces que el uso de imperativos.
- A pesar de que la capacidad de entender y de seguir conversaciones disminuye, es importante incluir al enfermo en conversaciones en las que él pueda participar en alguna medida.
- Ante preguntas o explicaciones sin sentido se debe evitar la discusión. Es mejor cambiar de tema o seguirle la corriente, pero sin añadir elementos que puedan confundirlo más.

La importancia de la comunicación no verbal y del lenguaje corporal:
- Hacer que la comunicación verbal y la no verbal coincidan.
- La mirada y la expresión facial no deben mostrar preocupación
- Toma mucha más relevancia la comunicación no verbal.
- Se debe transmitir a la persona enferma sensación de seguridad.
- Gesticular poco a poco.
- No se le debe poner nerviosa ni verbal ni físicamente.
- La persona afectada por esta enfermedad es extremadamente sensible al interpretar el estado
- El humor de las personas que le rodean tiene un efecto directo sobre el estado de ánimo del enfermo.
- Tocar con cariño al enfermo, acariciarlo, es una buena manera de transmitirle seguridad, si lo acostumbró antes.
- Ponerse siempre delante del enfermo, presentarse y mirarle a los ojos.
- Acercarse a la persona de frente y lentamente.
- Tocarles antes de hablar, para que no se asusten
- Transmitir sentimiento de bienestar y calor.
- El contacto físico ha de ser amable y suave para mostrar amor y cuidado
- No utilizar la fuerza, ni gritar
- Mantener el contacto visual

Adecuando nuestra manera de hablar:
- Hablar lenta y claramente
- Utilizar lenguaje sencillo y frases cortas.
- Usar palabras familiares.
- Utilizar frases concretas y cortas.
- Usar un vocabulario sencillo
- La conversación debe ser simple, pero al nivel de adulto (no tratar como si fuese un niño)
- No levantar el tono de voz
- Ser positivos. Hablar en positivo
- Acompañar el habla con gestos ligeramente exagerados y valiéndose de la expresión facial y otros signos de comunicación no verbal.
- La comunicación verbal y no verbal debe ser coherente

Cómo facilitar la comprensión:
- Saber escucharlos, observar las expresiones de la cara y los gestos.
- Repetir la información utilizando otras palabras
- No fingir que ha entendido el mensaje si no lo ha hecho, puede producir frustración para ambas partes.
- Observar la respuesta del paciente al contacto físico (aceptación, más reacios…) y adecuar este contacto según la necesidad de cada persona.
- Potenciar cualquier otro sistema de comunicación (visual, propioceptivo, con sonidos no verbales…)
- Asegurarnos que nos ha entendido
- Hacer referencias continuas sobre la persona o el tema del que se está hablando
- Tratar de orientarles utilizando nombres  de los familiares y tipo de parentesco
- Hablar de temas o sucesos que puedan recordar, o de cosas simples o cotidianas
- No saltar de un tema a otro de la conversación
- Poner atención al tono emocional con que habla.
- Mantener la calma y ser pacientes  

Simplificar las actividades:
- Dar instrucciones paso a paso.
- Utilizar instrucciones simples y sencillas: “Vamos a preparar la ensalada”, “Coge un tomate”, “Ahora, coge una zanahoria”…
- Facilitar que participe de la conversación.
- Hacer las preguntas de una en una.
- En situaciones sociales, evitar las conversaciones rápidas en las que varias personas hablan a la vez, o se cambia rápidamente de tema.

Cómo actuar ante preguntas repetitivas:
- Manteniendo la calma.
- Con respuestas sencillas.
- Pidiendo participación del paciente (mira el reloj de la pared...).
- Utilizando mecanismos de distracción: distraiga a la persona enferma con algo distinto para ver, oír o hacer.
- Escriba la respuesta a las preguntas más frecuentes. Abrácela y demuéstrele cariño, si es apropiado para la persona.

Por último, pero no menos importante: las actitudes
- Una escucha activa puede ayudarle a responder de forma positiva.
- Evitar dar informaciones erróneas o hacer falsas promesas.
- Ayudar y estimularles a ejercitar las tareas que puedan desempeñar.
- Respetar las cosas que son importantes para el paciente (higiene personal, no hablar de ellos ante otras personas, respetar sus costumbres, creencias...).
- Expresar los sentimientos con palabras afectuosas y caricias. Estimularlos y ayudarlos a demostrar su afecto.
- Tener mucha paciencia. Dejarles tiempo suficiente para actuar y/o rectificar.
- Ser comprensivos y tolerantes.
- No reñirlos, no avergonzarlos, no hacer comentarios negativos.
- Participar con ellos en las actividades, supervisarlos y estimularlos. 
- Durante la realización de AVD, descomponer las actividades complejas en varias sencillas, siguiendo siempre los mismos pasos, en el mismo orden y acompañarlo con instrucciones claras y sencillas.
- Si no responde a instrucciones: imitación.
- Evitar discusiones sobre ideas falsas o equivocadas. 
- Ser flexibles, adaptarnos a: las necesidades y el ritmo del paciente, los cambios de comportamiento y al estado actual del paciente (modificar nuestro forma de comunicarnos en función de la evolución).
- Escuche y aprenda a reconocer los sentimientos y emociones, más que las palabras.

sábado, 7 de abril de 2018

¿QUÉ ES EL DETERIORO COGNITIVO LEVE (DCL)?

¿QUÉ ES EL DETERIORO COGNITIVO LEVE (DCL)?

El DCL está considerado como un punto a mitad de camino entre los cambios cognitivos propios del envejecimiento normal y los cambios más importantes causados por una demencia. Sin embargo, el ser diagnosticado de DCL no implica necesariamente que se esté desarrollando demencia, ya sea Alzheimer u otro tipo.

Es cierto que la demencia tipo Alzheimer, que es la más común, se va desarrollando durante años, antes de que se manifiesten los síntomas, que van apareciendo poco a poco, es decir pasan por una fase intermedia en la que todavía no se puede diagnosticar la enfermedad y sí se aprecia deterioro cognitivo; por lo que el diagnóstico de DCL podría ser el preámbulo de ésta u otra demencia, pero no siempre es así, hay casos en los que el DCL puede ser la manifestación de algún trastorno estable o reversible y por lo tanto no progrese a demencia.

¿QUÉ PASA CUANDO SE PADECE DCL?
Cuando se padece DCL se puede ver afectada tanto la memoria como la atención, el lenguaje, el razonamiento, la lectura, la escritura…etc.

En función de qué capacidad o capacidades estén alteradas, se han descrito distintos tipos de DCL. La forma más frecuente de DCL es la que causa problemas de memoria. Este tipo de DCL es el conocido como DCL amnésico y se caracteriza por un tipo de pérdidas de memoria típicas de las fases iniciales de la enfermedad de Alzheimer, pero no llegan a cumplirse todos los criterios diagnósticos requeridos para hablar de dicha enfermedad, como, por ejemplo, no se experimenta desorientación o confusión en las rutinas de la vida cotidiana. Es decir, la persona sigue siendo independiente para llevar a cabo su vida.

¿CUÁLES SERÍAN ALGUNOS DE LOS SIGNOS DE DCL?
• No recordar dónde ha dejado las cosas (antes no le sucedía, o ahora le sucede con mucha más frecuencia).
• Olvidar citas o acontecimientos importantes (una visita médica importante, el cumpleaños o la próxima boda de un ser querido, por ejemplo).
• Tener problemas para encontrar la palabra adecuada en las conversaciones de manera frecuente.
• Dificultad para seguir el hilo en las conversaciones.

Todo esto nos puede suceder de forma puntual a cualquiera y no ser significativo. Los olvidos o fallos de memoria del envejecimiento normal son leves e intrascendentes y no tienen por qué preocuparnos. La característica esencial que debería alertarnos es que suceda de forma muy frecuente, que se convierta en un patrón repetitivo, entonces sí podría ser un síntoma de DCL.

¿CUÁLES SON LOS CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE DCL?
• La persona se queja de que tiene problemas de memoria y esto puede ser corroborado por alguien cercano.
• Disminución del rendimiento en memoria constatado por pruebas cognitivas (test), en comparación con otras personas de edad y nivel educativo similares, para lo que es necesario realizar una evaluación neuropsicológica.
• Su capacidad de juicio, percepción y razonamiento permanecen normales.
• No tiene problemas para desarrollar sus actividades cotidianas.

ALGUNOS FACTORES DE RIESGO
Existen algunos factores de riesgo que pueden hacer que algunas personas sean más susceptibles al mismo:
• Factores genéticos
• Tensión arterial alta y/o diabetes;
• Mantenerse poco activo física, social y mentalmente
• Tener un bajo nivel educativo.

¿QUÉ HACER SI HAY SOSPECHAS?
Una vez detectado que la memoria empeora progresivamente, que se repiten el mismo tipo de olvidos con frecuencia o que se olvidan cosas importantes que antes nunca se hubieran olvidado, es importante acudir a un experto que realice una valoración. Inicialmente se recomienda acudir al médico, quien decidirá si es pertinente o no la consulta a un neurólogo. También a un psicólogo que le hará las pruebas adecuadas para averiguar si existe y en qué grado, deterioro cognitivo. Estos datos serán de utilidad al médico.

Aunque no existe ninguna prueba que pueda confirmar el diagnóstico de DCL, el médico tratará de descartar otros factores que pudieran estar causando sus síntomas. Por ello, puede ser que le realice o solicite la realización de distintas pruebas:
• Exploración neurológica
• Análisis de sangre
• Escáner o una Resonancia Magnética

La evaluación neuropsicológica, realizada por un neuropsicólogo, permite conocer en detalle sus capacidades cognitivas. Sus resultados se compararán con los de personas de edad y nivel educativo similares. Por un lado, este tipo de evaluación aporta información muy útil que ayuda a orientar el diagnóstico y, por otro, sirve de referente de base para poder realizar un seguimiento detallado de su evolución en el tiempo.

RESPECTO AL TRATAMIENTO
El DCL puede derivar de otras alteraciones cuyo tratamiento contribuirá claramente a la reducción de los problemas cognitivos. Por ejemplo, puede ser que una persona con DCL tenga una hipertensión no controlada. La tensión arterial alta puede producir alteraciones en los vasos sanguíneos y en la circulación cerebral, y, como consecuencia, pueden experimentarse problemas de memoria y otras dificultades cognitivas. Con un tratamiento adecuado y un buen control de la tensión arterial es posible minimizar esos síntomas o modificar su progresión.

Es frecuente que muchas personas con DCL padezcan un trastorno depresivo, y la depresión, en sí misma, puede causar problemas de memoria. Por lo tanto, tratar adecuadamente la depresión puede ayudar a mejorar la memoria, a la vez que hacer que resulte más fácil afrontar los cambios en la propia vida.

Si el DCL resulta ser secundario de algún problema médico, tratando dicho problema muchas veces la situación será reversible o mejorará claramente (excepto cuando la causa en cuestión haya provocado alguna lesión cerebral irreversible).

En la actualidad, las medicaciones indicadas en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer no están aprobadas para su prescripción en el DCL. Por otro lado, puede suceder que el médico tenga firmes sospechas de que el DCL es, en realidad, el inicio de la enfermedad de Alzheimer, en ese caso el diagnóstico no será DCL sino Enfermedad de Alzheimer y entonces prescribe el tratamiento apropiado. El tratamiento, en fases muy leves, contribuye a cierta ralentización del proceso. Por otro, hay que saber que existen varios ensayos clínicos en marcha que tratan de frenar el curso de la enfermedad de Alzheimer.

CONSEJOS SOBRE ESTILOS Y HÁBITOS SALUDABLES
El hecho de ser diagnosticado de DCL puede suscitar dos tipos de reacciones: recibirlo con optimismo o con pesimismo. El optimista pensará que aún existe la posibilidad de que su situación no vaya a peor, mientras que el pesimista pensará que, probablemente, está en el inicio de una enfermedad de Alzheimer u otra demencia. En cualquier caso, es necesario convencerse de que, en el momento actual, se es competente y hay que seguir adelante, disfrutar de la vida y tratar de no hacer de los problemas de memoria la preocupación central de su vida, ya que la ansiedad que consiguientemente se genera suele hacer que la memoria empeore. Eso sí, es importante mantener un estilo de vida activo y saludable y cumplir con el seguimiento clínico que el médico recomiende para valorar su progresión.

Todas las personas mayores, con o sin DCL, deberían incorporar en su rutina los siguientes hábitos saludables:
• Evitar el aislamiento. Las personas con una vida social limitada o que pasan mucho tiempo solas pueden tener mayor riesgo de desarrollar una demencia.
• Mantenerse socialmente activo: participar en programas de voluntariado, acudir a reuniones de amigos y/o familiares, salir a realizar la compra, ir al cine o al teatro, etc. Además de combatir la soledad, este tipo de actividades contribuyen a mantener la mente ágil.
• Hacer ejercicio físico puede contribuir a reducir el riesgo de desarrollar problemas de memoria.
• Alimentarse correctamente. La dieta mediterránea, rica en verduras, legumbres, frutas, cereales, pescado y aceite de oliva, y pobre en grasas saturadas ha sido asociada a un menor riesgo de padecer DCL y Alzheimer.
• Dormir bien. A menudo, los problemas de memoria están relacionados con alteraciones del sueño.
• Ejercitar el cerebro. Realizar actividades que impliquen desafíos intelectuales, es decir, ejercitar la mente, ha sido frecuentemente asociado a mejores rendimientos de memoria. En el caso del DCL, puesto que las capacidades cognitivas están relativamente conservadas, es un buen momento para aprender y utilizar estrategias que ayuden a compensar los problemas de memoria.

viernes, 6 de abril de 2018

Sugerencias para vivir el duelo (...Y sobrevivir)

SUGERENCIAS PARA VIVIR EL DUELO (…y sobrevivir).

LOS DOS DECÁLOGOS:

LOS 10 SÍ:

1.- PERMISO: Date el permiso de sentirte mal, necesitado, vulnerable. Métete en el duelo con todas sus consecuencias.

2.- CONFIANZA: Confía en tus recursos para salir adelante. Acuérdate de como resolviste anteriores situaciones difíciles en tu vida. Respeta tu propio ritmo de curación. Estas en condiciones de afrontar lo que sigue porque una vez que comienzas el camino del duelo, lo peor ya ha pasado.

3.- NUEVOS OJOS. NUEVAS PUERTAS: ¿Qué de bueno podría venir de esta pérdida?

4.- ACEPTACIÓN: Aunque sea la cosa más difícil que has hecho en toda tu vida, ahora tienes que aceptar esta dura realidad. La muerte siempre llega, demasiado tarde o demasiado temprano, siempre es un mal momento para que la gente se muera. Visitar el cementerio o lugar donde se esparcieron las cenizas puede ayudar.

5.- CONEXIÓN CON LA VIDA: La vida te está esperando con nuevas posibilidades. No hay nada malo en querer disfrutar, querer ser feliz, querer establecer nuevas relaciones. El duelo es establecer que lo muerto queda fuera pero que mi vida continúa.

6.- GRATITUD: Valorar los vínculos (familiares, amigos, pareja, sacerdote, terapeutas) que están presentes en nuestra vida, que siguen con nosotros aún en esta situación de catástrofe. Todo sería quizás mucho más difícil sin ellos, y me refiero a gente que acepta mi confusión, mi dolor, mis dudas y seguramente mis momentos más oscuros.

7.- LAS TRES “D”: Mucho Descanso, algo de Disfrute y una pizca de Diversión: Recuerda que hasta el ser querido que no está querría lo mejor para ti. Los malos momentos vienen por sí solos, pero es voluntaria la construcción de los buenos.

8.- APRENDIZAJE: Es aprender a tomar nuevas decisiones por ti mismo, aprender a desempeñar tareas que antes hacía otro, aprender nuevas formas de relacionarte con la familia y amigos, aprender a vivir con algo menos.

9.- DEFINICIONES: Es importante que, crea lo que crea que haya después de la muerte, tenga una posición tomada y definida acerca de ello.

10.- COMPARTIR LO APRENDIDO: Cuanto lleves una parte del camino del duelo recorrido, háblales a otros sobre tu experiencia. Enséñales a no minimizar la pérdida, ni a menospreciar el camino. Contar a otros lo que aprendiste de tu experiencia es la mejor ayuda para sanar a otros haciéndoles más fácil su propio recorrido, e increíblemente facilita tu propio rumbo.

LOS 10 NO.-

1.- ESCONDERSE: Si hay algo que opera siempre aliviando el trayecto es justamente encontrar la forma y darse el permiso de sentir y expresar dolor, la tristeza, la rabia, el miedo por lo perdido. Te mereces el derecho de llorar cuanto sientas. Llorar es tan exclusivamente humano como reír. El llanto actúa como una válvula liberadora de la enorme tensión que produce la pérdida. Cuando las penas se comparten su peso dse divide. Cuando el alma te duele desde adentro, no hay mejor estrategia que llorar.

2.- DESCUIDO: Presta atención a tu propio cuerpo. Imponte, tras unas semanas de duelo, un horario de comidas, sueño,… y síguelo. Aliméntate bien y no abuses del tabaco, alcohol ni medicamentos, y éstos últimos siempre a criterio médico y nunca por los consejos familiares, amigos y vecinos “bienintencionados”.

3.- NO TE APURES: Recorrer el camino requiere tiempo y dicen que el tiempo lo cura todo, pero cuidado, que el tiempo solo quizás no sea suficiente. Lo que realmente ayuda es lo que uno hace con el tiempo. No te crees expectativas mágicas. Estate preparado para las recaídas. Pensarás que un suceso inesperado, una visita, el aniversario, la Navidad te vuelve al principio, pero NO es así.

4.- OLVIDAR LA FE: No pidas que las cosas se resuelvan de la manera que quieres que se resuelvan, sino que pide a Dios en su lugar que nos ayude a aceptar los cambios y nos ayude a ver las opciones.

5.- AUTOEXIGENCIA: No te maltrates, respeta tus tiempo y espacios. Jamás te persigas creyendo que ya deberías sentirte mejor. TUS tiempos son TUYOS. Recuerda que el peor enemigo del duelo es no quererse.

6.- EL MIEDO A VOLVERSE LOCO: Necesitas sentir dolor y todas esas emociones que le acompañan: tristeza, rabia, miedo, culpa. … habrá personas que te dirán : “Tienes que ser fuerte”. NO les hagas caso. No tienes que ser nada ni dejar de ser nada. NO tiene que dar explicaciones ni permisos, ni sentirte mal por no ser del todo coherente en algunos instantes. Tu alma ha sido mutilada y hoy se resiente de lo que le falta.

7.- PERDER LA PACIENCIA: Ignora los intentos de algunas personas de decirte cómo tienes que sentirte y por cuanto tiempo; NO TODOS comprenden lo que TÚ estás viviendo. Ten paciencia y no te preocupes de complacerlos. Apártate mas bien un poco gentilmente y busca a quienes puedan permitirte “estar mal” o desahogarte sin miedo cuando lo sientes así. Quizás sea mejor que durante un tiempo prestes más atención a la intención de quienes te rodean que a lo que dicen. A veces los que uno pensaba que serían los mejores compañeros de ruta no pueden compartir tu momento. Soportan tan mal el dolor ajeno que interrumpen tu proceso y retrasan tu paso hasta el final del camino. De todas formas no te cabrees con ellos por esto.

8.- AUTOSUFICIENCIA: No dejes de pedir ayuda. No interrumpas tu conexión con los demás aunque ellos no estén recorriendo este camino. Todos los que te quieren desean ayudarte, aunque la mayoría no sabe cómo hacerlo. Necestarás que te escuchen, NO que te den su opinion sobre lo que deberías hacer, sentir o decidir.

9.- NO TOMES DECISIONES IMPORTANTES: Vender la casa, dejar el trabajo o mudarte a otro lugar, aparecen como decisiones muy tentadoras en los primeros tramos del recorrido. Calma, estas son decisiones trascendentes que se deben tomar en momentos de suma claridad y no mientras te inunda cierto grado de confusión inevitable. Deja ese tipo de cosas para más adelante. La mayoría de esas cosas podrán esperar.

10.- EL OLVIDO: Recuerda lo que pasó, sin morbosidad pero sin escapismos. El proceso de duelo permite buscar para tu ser querido el lugar que merece entre los tesoros de tu corazón. Recuérdale con ternura y siente que el tiempo que compartisteis con el o ella fue un gran regalo. En cierto modo, nunca volverás a estar como antes de una pérdida significativa, porque ésta inevitablemente te cambia, pero puedes elegir si ese cambio será para mejor.

Jorge Bucay.

tomado del libro: "El camino de las lágrimas"