Es muy difícil garantizar que el paciente se alimente bien y que beba suficientes líquidos.
Los pacientes con demencia suelen olvidarse de comer y beber. Para complicar más las cosas, es posible que el paciente padezca de problemas dentales o que algunos medicamentos le reduzcan el apetito o hagan que se le altere el gusto.
Entre otras muchas consecuencias de la mala alimentación están la pérdida de peso, la irritabilidad, el insomnio, la incontinencia y la desorientación.
- Establezca un horario sistemático para las comidas y meriendas, a la misma hora todos los días.
- En lugar de tres comidas grandes, pruebe a servirle cinco o seis más ligeras.
- Haga que la hora de comer sea un momento especial.
- Ponga flores en la mesa o sintonice música suave.
- Apague los programas ruidosos de la radio y la televisión.
- El hecho de que el paciente pueda comer sin ayuda ajena es más importante que la pulcritud o los "buenos" modales en la mesa.
- Los alimentos que puedan tomarse con las manos estimulan la independencia.
- Antes de servir la comida, haga todos los cortes necesarios y añada los condimentos.
- Pruebe a que el paciente utilice una pajilla o un tazón para niños si enfrenta dificultades para manipular los vasos.
- Ayude al paciente exclusivamente cuando sea indispensable, y programe suficiente tiempo para las comidas.
- Siéntese a la mesa y coma con su ser querido. - Con frecuencia el paciente tratará de imitar sus acciones, y además le será más agradable comer junto con otra persona.
- Prepare los platos con vistas a las necesidades de su ser querido.
- Si usa dentadura postiza o tiene problemas para masticar o tragar, sírvale comidas blandas o corte los alimentos en trozos muy pequeños.
- Si se presentaran problemas de pérdida de peso, sírvale meriendas nutritivas y de alto contenido calórico entre las comidas principales.
- Por lo general son preferibles en el desayuno los alimentos ricos en carbohidratos.
- Si por el contrario se presentan problemas de exceso de peso, mantenga ocultos los alimentos de alto contenido calórico.
- En su lugar, ponga a mano las frutas, verduras y otras meriendas sanas de bajo contenido calórico.
- Si la persona presenta dificultades para masticar o tragar, pruebe a manipularle el mentón para que mastique, o acaríciele suavemente la garganta para estimularle a tragar.
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